Editorial
Alimentación en un periodo clave
Un periodo evidentemente distinto en la vida de los jóvenes tiene que ver con el ingreso a la educación superior. La independencia que se puede lograr cuando se deja la educación media, y especialmente cuando eso significa dejar el hogar, puede tener diversas consecuencias. Una de ellas tiene que ver con la nutrición.
Es algo que no es especialmente extraño en nuestra región, la que muchos jóvenes abandonan para seguir sus estudios en otras latitudes. En este sentido, investigadores de 10 países de América Latina realizaron un estudio con el objetivo de conocer mejor los hábitos alimentarios de los universitarios, dando como resultado que el 84% de ellos no cumple las recomendaciones nutricionales de la Organización Mundial de la Salud (OMS) en su ingesta de alimentos.
El trabajo, que en nuestro país estuvo a cargo de la Universidad San Sebastián, explica que "al preguntarles sobre la composición y frecuencia de consumo de ciertos alimentos, los resultados son preocupantes. Según explica el Dr. Samuel Durán, director del Magíster en Nutrición en Salud Pública de la Universidad San Sebastián -uno de los líderes del estudio- solo el 0,7% cumple con las porciones requeridas de frutas y verduras, mientras que solo el 8% alcanza el consumo mínimo de pescados, un 23% cumple con la ingesta recomendada de lácteos y un 55%, de legumbres".
"Puede ser que mucha gente diga que come fruta, pescados o legumbres, pero lo hace de forma ocasional, no están cumpliendo las metas requeridas", asegura Durán y aclara que los mínimos establecidos son: 3 frutas al día y 2 porciones diarias de verduras; en el caso de pescados y legumbres, al menos 2 veces a la semana. En el caso de los lácteos, algunas guías alimentarias hablan de 2 a 3 porciones diarias.
El cuidar la alimentación en esta etapa de la vida, y cumpliendo una actividad tan importante como es el estudiar, es algo que no se puede dejar a la ligera. La mala alimentación, junto con la adopción de otros hábitos poco saludables como el fumar o abusar del alcohol, puede ser el primer paso para problemas como el sobrepeso, la obesidad y las enfermedades cardiovasculares.
"Los jóvenes pueden cambiar drásticamente sus hábitos alimenticios en la etapa de la educación superior".