María José Collado Rojas

Una manifestación que incluyó kilos de tomates tirados en plena avenida Manuel Castillo Ibaceta y el bloqueo en el paso de vehículos, fue protagonizada ayer por un grupo de agricultores liderados por la agrupación Agricultores Unidos por Siempre.

Según expresaron en su cuenta de Facebook, la protesta se debió al bajo precio que se ofrece por las cajas de tomates, valor que no sobrepasaría los 1.500 pesos y que no alcanza a cubrir ni mínimamente los costos asociados a la producción y sobre todo, a la compra de fertilizantes, cada vez más costosos en el mercado.

"Estamos los agricultores unidos por los malos precios, los tomates a $1.500 y los fertilizantes por las nubes, a 50 y 60 lucas. Este es el sentir de los agricultores, estamos botando todo", comentaron en transmisión por Facebook, asegurando que preferían deshacerse del producto antes que comercializarlo a bajo costo.

Así, decenas de cajas eran vaciadas mientras el paso por la carretera quedaba obstruído. "A la gente del sur les comentamos que a $1.500 está el tomate, por lo que el kilo debería estar a cien pesos", dijeron.

David Fernández, presidente de la Asociación Gremial Agricultores Unidos por Siempre, señaló que representan a más de cien agricultores de Azapa, quienes buscan mejoras en la producción y comercialización. "La forma de vender en el Asoagro está colapsada y los precios no están dando".

En horas de la tarde se concretó una reunión con autoridades locales para abordar el tema. "Sabemos que es difícil que aumente el precio de nuestros productos de forma rápida, sin embargo, quisimos poner sobre la mesa nuestros costos de producción, que han subido debido al alza en los insumos de este año", finalizó el dirigente.

La seremi de Agricultura, Ana Cecilia Rojas, comentó que la desesperación de los agricultores al ver el precio del tomate demasiado bajo, los llevó a manifestarse ayer. "Tuvimos una reunión, porque una manifestación no resuelve los temas, así que quisimos ver alternativas de solución a este tema y cómo enfrentarlo de manera colectiva", dijo.

Señaló que, en ese sentido, asociarse como cooperativa puede mejorar su capacidad de negociación respecto a la comercialización del tomate a nivel nacional, por ello, se buscará mejorar las condiciones de venta del producto.

"Ha aumentado la cantidad de producción que requiere de un espacio de comercialización, por lo que el desafío es ver el modelo de negocio que establece la agricultura para llegar a compras mayoristas más directas. Para cualquier agricultor es desconcertante que en Santiago se pague $13.000 por una caja de tomates y a ellos, dos o tres mil pesos".

Por su parte, el seremi de Gobierno, Nicolás González, manifestó que es muy necesario solucionar esta problemática a través del diálogo. "Por lo mismo, sostuvimos una reunión con ellos, la seremi de Agricultura, el seremi de Hacienda y el seremi de Economía para buscar las soluciones en conjunto y no sacadas desde nuestros propios escritorios, sino de acuerdo a las propias demandas que tienen los agricultores".

En el marco del proyecto "AGUA, un recurso finito. Cultura sostenible para afrontar la crisis hídrica en la Región de Arica y Parinacota", se instaló la primera estación meteorológica en el sector alto de Camarones.

Este proyecto busca contribuir al desarrollo de una cultura del agua a través del diálogo con la ciudadanía y el trabajo con las comunidades para implementar una gestión integral y sostenible de este elemento, que beneficie a las comunidades más vulnerables de la Región de Arica y Parinacota.

Constanza Vargas, geógrafa e investigadora de la Pontificia Universidad Católica de Chile, señaló que "luego de tomar todas las opiniones de la comunidad logramos llegar a un punto de ubicación cercano a la caleta de Camarones. Para nosotros es la primera estación que estamos ubicando a esta latitud, de 19 grados sur a 900 metros de altura, y ahora esperaremos saber cuánto podemos capturar de agua. Por las condiciones de la zona yo espero que tengamos buenos montos de acumulación, al menos durante la temporada que hay camanchaca".

Por su parte, Diego Rivera, estudiante de doctorado en Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Chile, indicó que "fue una experiencia super enriquecedora porque más allá de hacer ciencia, existe una problemática acentuada de escasez hídrica".

"Luego de tomar todas las opiniones de la comunidad, logramos llegar a un punto cercano a la caleta de Camarones".

Constanza Vargas.