Editorial
El Mercado Central
El Mercado Central de Arica es real y objetivamente un punto de la ciudad que concentra parte de su historia. Este verdadero monumento, un hito patrimonial aún viviente, reflejo del pasado ariqueño, también ha vivido sus últimos años en busca de la ayuda necesaria para mantener su vigencia comercial, pero también su vigencia histórica.
En este sentido, el anuncio hecho en estos días por la Corporación Municipal Costa Chinchorro, que se encarga de administrar y de propiciar el desarrollo productivo de la comuna y de algunos de sus hitos relevantes, permitirá también ir poniendo en valor al histórico Mercado.
Según se informó desde el organismo, la corporación estableció una alianza junto a la concejala Ninoska Gonzalez Flores para apoyar a los locatarios del emblemático recinto, para que puedan elaborar proyectos y postularlos, para que así puedan fortalecer sus negocios mejorando su equipamiento y ayudándolos a adquirir insumos para ventas.
Una asesora de fomento productivo de la Corporación trabajará junto a los locatarios hasta el 30 de junio para que puedan postular en esta oportunidad a los proyectos de Fosis y el Gobierno Regional, y de esta manera mejorar sus locales y así contar con una mejor propuesta para atender a la comunidad y visitantes en el icónico lugar del casco histórico.
Se trata de una noticia alentadora tanto para los comerciantes como para la ciudad misma. Los mercados centrales son verdaderos símbolos en muchas de las ciudades del país, y si bien Arica tiene un mercado, una terminal Agro, además de ferias y mercadillos, la historia ligada a este mercado es digna de rescatar y poner en valor, como al recinto mismo.
El Mercado Central, exRecova, fue sometido hace unos años a reparación debido a que con los sismos ocurridos corría peligro su estructura. Con todo, el recinto sigue reflejando en los detalles de su estructura, la historia que en él se cobija.
En el recinto sobresalen sus columnas de larga data y en la actualidad trabajan allí floristas, puestos de verduras, abarrotes y el local de sandwich al paso de "Don Robert y Rosa".
"El histórico recinto recibe una mano para proyectar su futuro y ser puesto en valor".