C. Infanta / D. Gotelli

La Universidad de Chile arrancó con una victoria su inicio en la Copa Chile al derrotar ayer a General Velásquez de San Vicente de Tagua Tagua por 2 a 1 como visita en el estadio El Teniente de Rancagua. El triunfo significó el comienzo de la era de Diego López en la banca azul, quien ayer valoró la ventaja obtenida en la llave, aunque reconoció que les faltan "muchos detalles por mejorar".

Es que en cancha los azules -que ayer vistieron de blanco- tuvieron que batallar para vencer a su rival que marcha en Segunda División y que le remató 12 veces, el doble del poder ofensivo conseguido por la U.

Los laicos por muchos momentos se vieron superados por los dirigidos de César Bustamante, quienes pusieron en aprietos a la joven defensa chuncha comandada por el improvisado capitán Bastián Tapia, que con 19 años portó la jineta ante las lesiones de Felipe Seymour y Felipe Gallegos. "Estoy orgulloso", dijo post partido.

La primera clara del encuentro la tuvo la visita, que a los 19 minutos anotó mediante Cristian Palacios, pero el tanto fue invalidado por un inexistente offside.

De ahí en más los de San Vicente se envalentonaron y se acercaron al gol con un taco en el área de Rodrigo Padilla que dio en el palo, y un mano a mano del lateral derecho contra el arquero Cristóbal Campos, que ganó el golero. "La defensa rival es un coladero", tuiteó la cuenta oficial de General Velásquez en el mejor momento del local.

Pero aparecería Junior Fernandes que a los 34' aprovechó un error defensivo para fusilar al arquero Brandon Obregón, volviendo al gol y anotando en el mismo arco donde en diciembre pasó a la historia del club al anotar el tanto que significó salvar la categoría en la última fecha. Desde aquel día la U no había vuelto a Rancagua hasta ayer.

El gol no mermó el ímpetu del "General" que los 51' empató con un cabezazo de Kevin Serrano, pero siete minutos después Fernandes -también de cabeza- volvió a aventajar a la visita aprovechando un resbalón del arquero rival.

Pese a los intentos finales del local, la U mantuvo la ventaja del 2-1 con el que irán al partido de vuelta.

El tenista número 4 del mundo, Rafael Nadal, finalizó ayer en la quinta posición del campeonato absoluto de golf de Baleares, con un total de 154 golpes en las dos jornadas completadas en los campos de la localidad mallorquina de Son Servera. Nadal, que cada vez que puede juega al golf, una de sus pasiones, entregó una tarjeta con 78 golpes, 6 por encima del par del campo y 4 más que Marc Bisellach, vencedor del torneo.

El reciente vencedor por decimocuarta vez de Roland Garros, donde sumó su vigésimo segundo Grand Slam que exhibe en su palmarés, finalizó el recorrido con tres dobles bogeys, un bogey y tres birdies. El resto los solventó igualando cada uno de los pares de los hoyos.

Nadal cambió la raqueta por los palos de tenis tras ejercitarse, de lunes a viernes de la semana pasada en las pistas de hierba del Mallorca Country Club. Su objetivo era comprobar sus sensaciones tras el tratamiento a la lesión crónica que recibió en Barcelona dos días después de ganar Roland Garros.

Según declaró, las sensaciones son positivas y anunció que hoy viajará a Londres para participar en el torneo de exhibición de Hurlingham, donde coincidirá con Novak Djokovic y Carlos Alcaraz. Precisó, además, que si no se resiente del pie jugará en Wimbledon, un torneo en el que no compite desde 2019.

El neerlandés Max Verstappen (Red Bull) reforzó su liderato en el Mundial de Fórmula Uno al ganar ayer el Gran Premio de Canadá, el noveno del campeonato, en el que tuvo que soportar la enorme presión que le metió, especialmente en las últimas vueltas, el español Carlos Sainz (Ferrari), que concluyó la prueba en segunda posición y marcó la vuelta rápida en carrera, en una sensacional actuación. Verstappen, de 24 años, logró su sexta victoria del año al ganar en el circuito Gilles Villeneuve de Montreal por delante de Sainz, que firmó su undécimo podio en F1; y del séptuple campeón mundial inglés Lewis Hamilton (Mercedes), que terminó tercero.