La necesaria medida de respeto

A partir de hoy todo el país se encuentra bajo una nueva actualización del ya conocido plan paso a paso, que se ha caracterizado por regular el comportamiento de la ciudadanía ante la pandemia y una serie de aspectos relacionados con esta crisis sanitaria desde que se registraran los primeros casos de covid 19 en Chile.

En atención a los avances en la vacunación y la baja progresiva en el número y gravedad de contagios, esta actualización no es tan restrictiva como las características que tuvo el plan en sus versiones anteriores. De hecho, su presentación y exposición a la comunidad también es mucho más simple, determinando la gravedad del escenario sanitario en las distintas zonas del país con los colores del semáforo: verde cuando se trata de una situación más favorable y rojo cuando el panorama es más serio, complicado, en base a las variables epidemiológicas.

Nuestra región comenzará esta nueva etapa en la situación intermedia, de color amarilla o llamada también de Medio Impacto. Esto significa que habrá algunas restricciones de aforo especialmente para eventos en locales cerrados, sin embargo, la población podrá comenzar a dejar de usar mascarillas en espacios libres en donde pueda mantener una distancia de más de un metro con otras personas.

Es evidente que esta nueva actualización ofrece muchas más libertades respecto a lo que ocurría hace dos años o incluso menos. Sin embargo, estas libertades requerirán también de responsabilidad. En el caso del uso de las mascarillas, la conciencia y la empatía serán claves para evitar que el llevarla o no se convierta en un tema de conflicto.

Estas propuestas que buscan ayudarnos a vivir de manera más "normal" en medio de una pandemia, demandan también de cada uno el respeto por los demás. Un respeto que tiene que ver con las personas con los espacios, con los eventos e incluso, con la necesidad de prevención y cuidado que cada persona desea mantener.

La pandemia no ha terminado y es por eso que toda la sociedad debe seguir aprendiendo no sólo a enfrentarla, sino que también a vivirla de la manera más llevadera posible.

"La nueva actualización del Plan a Paso requerirá mucha empatía y respeto de parte de todos".

¿Detención o linchamiento?

Hace solo unos días se conoció la trágica noticia de la muerte de una persona en Santiago, víctima de las lesiones producto de una de las mal llamadas "detenciones ciudadanas", en la que una turba de pobladores lo confundió con un ladrón y lo mató a golpes. Casos similares se han producido no sólo en el resto del país, sino en nuestra propia ciudad, sin que siquiera sea noticia.

Al parecer ya nada nos asombra, y estas situaciones están siendo peligrosamente normalizadas.

En nuestro ordenamiento jurídico, efectivamente está permitido que los ciudadanos detengan a una persona a quien sorprenden cometiendo un delito flagrante, para el sólo efecto de entregarlo a las autoridades.

En ningún caso se permite lo que solemos ver en los videos viralizados a través de redes sociales, en que se amarra a la persona a algún árbol o poste de alumbrado, se le veja y se le golpea, a veces hasta la muerte.

Eso tiene un solo nombre: tortura, y convierte a los aprehensores en delincuentes, al estar participando en la comisión de un delito.

No es una detención ciudadana, sino un linchamiento.

Muchas voces se han alzado en los últimos años denunciando la normalización de estas prácticas, y advirtiendo los resultados fatales a los que podría llegar, tal como se había lamentablemente observado en otros países.

Sin embargo, esto que parecía fenómeno de otras latitudes ya está siendo peligrosamente adoptado por nuestra sociedad, con gran responsabilidad de los medios, que generan una sensación de angustia y miedo en la gente, que les lleva a desconfiar de las autoridades y las soluciones legales, y creer que resulta legítima una actitud de realizar ajusticiamientos por sus propias manos.

Aún pudiendo comprender la indignación ciudadana al presenciar un ilícito, hay una línea clara que separa el actuar conforme la ley o contra ella, y traspasarla supone convertirse en aquello que supuestamente se está atacando: un delincuente.

"En ningún caso se permite lo que solemos ver en videos viralizados a través de redes sociales.."

Claudio Gálvez, Defensor Regional Arica y Parinacota

Delicada situación

Los vecinos del valle de Azapa están realmente preocupados por los niveles de alta delincuencia, independiente si existen o no denuncias, porque a veces por el trabajo en el campo no tienen tiempo.

Temores

Luego que el TAS no acogió el reclamo de Deportes Melipilla y deberá seguir en la división de ascenso, la hinchada ariqueña tiene temor que lo mismo le pueda pasar a San Marcos, aunque el equipo va bien en la segunda división.

Semáforos y seguridad

Los semáforos de las intersecciones de Valente Rossi y Simón Bolívar, y los del nudo Tucapel-Las Pesqueras, hace rato presentan luces de los semáforos quemadas o deficientes. Necesitan revisiones y reparaciones.