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[Álvaro Palma Quiroz, Vicerrector de Administración y Finanzas de la UTA]

"Las clases tienen que volver a ser presenciales"

Directivo de la Universidad de Tarapacá habló de la disposición de los campus, de cómo se enfrenta la pandemia puertas adentro de la universidad, y de lo que se viene este 2022.
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Redacción - La Estrella

La pandemia nos llevó a sumar y restar. En la Región de Arica y Parinacota las instituciones están más unidas que nunca en torno a esta nueva forma de vivir, que ha traído pérdidas dolorosas de los seres amados. Por otro lado, los esfuerzos no cesan y si de números se trata la Universidad de Tarapacá se ha volcado a dar todo junto a su Escuela de Medicina, cuyo Centro Médico atendió durante el año 2021 a más de 15 mil personas, demanda que no se esperaba.

Para los estudiantes de bajos recursos se compraron más de 3 mil tablets y 3 mil bandas anchas para que pudieran seguir su proceso formativo en condiciones de educación vía remota.

De la disposición de los campus, de cómo se enfrenta la pandemia puertas adentro de esta Casa de Estudios Superiores y de la vida misma nos relata, pleno de confianza en lo que viene este año 2022, el Vicerrector de Administración y Finanzas de la Universidad, Álvaro Palma Quiroz.

¿Cómo nos cambió la vida con la pandemia?

Un tremendo cambio, que nos llevó a sumar y restar. Lo más lamentable son las muertes. Por otro lado, la pandemia nos ha ayudado a crecer como individuos, dado que es una circunstancia que no habíamos tenido como experiencia la mayoría de las personas en el mundo. Es un reencuentro con uno mismo y con quienes compartes tu vida dentro de tu hogar.

¿Y en nuestras miradas hacia el otro?

Para algunos que somos muy de piel y de cercanía es tan raro el no poder estrecharse la mano, el poder brindarse un abrazo por alegría o pena, físicamente hay que mantener la distancia, porque siempre está latente cuan sano está el otro.También con la mascarilla hemos perdido parte de nuestra expresión y ya no es fácil reconocernos en la calle con cercanos.

Si en lo personal ha sido complejo, ¿qué pasó con la Universidad, qué medidas sanitarias se tomaron?

Esta es una institución pública y nos regimos por normas y leyes. La Contraloría General de la República emitió un pronunciamiento, donde establece que la responsabilidad sanitaria en los lugares de trabajo recae en el jefe de servicio. Desde el primer día se emitieron las instrucciones para dar seguridad a los funcionarios que tenían trabajo presencial.

Se autoriza a hacer trabajo remoto pero hay funciones que no se pueden desarrollar así, por ejemplo, los auxiliares y los vigilantes de los diversos campus, a quienes se entregó todos los elementos de protección personal y los medios para cuidarse. La academia y otras funciones trabajaron en forma remota.

¿Cuál ha sido el aporte de la UTA en torno a la pandemia?

La Universidad desde el primer día ha estado disponible para lo que el Servicio de Salud y la Seremi de Salud de Arica demande, pues somos la primera institución a la que ellos recurren, por lo que montamos equipamientos para iniciar la toma de exámenes PCR y laboratorios, tanto en el hospital como en la Seremía. Nuestros académicos prestaron servicios y trabajaron voluntariamente en ello.

El Centro Médico dependiente de la Escuela de Medicina durante al año 2021 atendió a más de 15 mil personas con los médicos y estudiantes internos que ya están por egresar, a objeto de salvar la situación de déficit de atención primaria que ha habido.

¿En la misma institución se instalaron equipos para tomar muestras?

Con el avance de la pandemia vinieron las medidas de control por parte de las autoridades de salud y eso significó montar las residencias sanitarias, tomas de PCR, la trazabilidad y otros. Por meses el campus Saucache de la UTA albergó a más de 400 personas que trabajaban para la Seremía de salud, al equipo de trazabilidad les facilitamos dos laboratorios completos y los medios de comunicación; el equipo de inspectores estuvo en nuestras dependencias para hacer las planeaciones diarias; los equipos que salían a tomar PCR y los que llevaban control de las residencias sanitarias, tuvieron la Universidad a su entera disposición. Hoy, junto al Gobierno Regional y la Seremía de Salud tenemos la instalación para tomar el test de antígeno en el campus Velásquez.

¿Qué se experimenta al contribuir a generar acciones en beneficio de la comunidad?

Orgulloso por la institución, sentir que en circunstancias tan complejas como las que estamos viviendo, ésta es una institución con la que efectivamente la Región y sus habitantes pueden contar en todo momento.

¿Cuántos recursos se han invertido a la fecha por la pandemia?

En los dos años bordeamos los 2 mil 500 millones de pesos, preocupados que nuestros estudiantes de escasos recursos, en vez de retirarse, puedan seguir su proceso formativo vía remota. Para ello adquirimos 3 mil tablets y 3 mil bandas anchas y hemos tenido una baja tasa de deserción, comparativamente con otras universidades que por falta de disponibilidad de recursos no pudieron hacerlo.

Como no podíamos tener los casinos en funcionamiento transformamos la Beca de Alimentación en una tarjeta canjeable, y como el pensionado no podía funcionar se creó una beca de emergencia de residencias para los estudiantes que venían de afuera o de Arica que tenían problemas, hubo reconversión de beneficios y tuvimos que invertir más.

A los estudiantes en práctica en carreras de la salud los enviamos con todos los elementos de protección personal para entrar al hospital, son miles de mascarillas, miles de guantes y delantales, recursos en los que no se invertía antes.

¿Qué se espera para el presente año?

Las clases tienen que volver a ser presenciales. El año 2021 partimos, pero se dio la opción de clases remotas. Para eso tuvimos que invertir en transformar 100 salas tipo auditorio en salas híbridas, ampliar el ancho de banda internet, cambiar todo el equipamiento, dotar las salas de micrófonos y proyectores, para tener una combinación de clases con nuestros estudiantes en modalidad presencial y virtual.

Lo nuestro son decisiones de colocación de recursos, con el foco en la gran preocupación que nadie se contagiara. Para las clases remotas los cursos tuvieron que dividirse y la contratación de profesores hora aumentó sustancialmente, ante un problema había que buscar soluciones y todo suma.

"La Universidad desde el primer día ha estado disponible para lo que el Servicio de Salud y la Seremi de Salud de Arica demande, pues somos la primera institución a la que ellos recurren"

Alvaro Palma Quiroz,, Vicerrector de Administración y Finanzas de la UTA.