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[Escritora se declara enamorada de la naturaleza[

Natascha Scott-Stokes: "En este país soy invisible"

En"Crónicas del extremo más agudo" (RiL Editores) la escritora inglesa asentada en Limache desde hace 15 años pone a Chile frente a un espejo. "Puse todo: lo bueno y lo malo", concluye.
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Por Cristóbal Gaete

Chile es el puñal en la espalda de Sudamérica" es la primera línea de la introducción de "Crónicas del extremo más agudo" (RiL editores), donde Natascha Scott-Stokes retoma una tradición literaria propia del siglo XIX, los escritos de residencia en nuestro país por ciudadanos del Primer Mundo.

En una serie de capítulos Scott-Stokes, escritora e historiadora inglesa con varios libros de viaje -por Centroamérica y el Amazonas- publicados antes de venir a vivir a Limache en 2006, desentraña la vida de nuestro país, desde experiencias domésticas hasta su visión del Estallido del 2019. Y parte desde bien atrás, narrando incluso su visión de la conquista española.

Esta limachina por adopción inició sus crónicas en un momento crítico de su residencia. "Yo nunca quise escribir este libro. Estuve a punto de vender acá y volver a mi país. Pero cuando llegó la pandemia me quedé atrapada, sola en mi casa, no podía salir. Después de unos meses pensé que tenía que hacer algo constructivo con mi tiempo, entonces escribí las crónicas que tenía en mi mente en el primer año de la pandemia. En el proceso encontré una conexión y un amor para Chile que no sentí antes. Ahora me siento en el lugar que quiero estar".

"Creo que hay muchas crónicas por escribir. Me emociona lo que pasó con el Estallido, la nueva Constitución escrita por primera vez por gente elegida por el pueblo es fascinante", continúa, sintiendo la temperatura del momento. "Crónicas del extremo más agudo" es el décimo libro de Scott-Stokes. Está traducido por Rodolfo Follegati.

-Su libro denuncia muchas problemáticas de nuestro país, como el acceso a salud o a un sueldo que permita vivir. ¿Cuál es la situación que da origen a todos estos problemas?

-Yo no soy chilena, creo que no me corresponde a mí decir de dónde vienen esos problemas. Yo, como extranjera acá y por mi experiencia viviendo en Chile 15 años, veo que la desigualdad es el origen de todos estos problemas. Es una desigualdad estructural. Si tienes plata, no hay problema; si no tienes, no tienes acceso a una calidad de vida digna. Y la desigualdad no es nada nuevo en Chile, no es de 30 años, es de 500 años. Desde la llegada de los europeos hay desigualdad desde el principio.

-¿Cómo cree que van a leer sus vecinas y vecinos el libro?

-Tengo cierto pudor, porque para ellos soy la gringa que vive en Limache, no me conoce tanta gente personalmente. Vivo acá hace 15 años, es una comunidad pequeña, y mis dos hijos fueron al colegio, pertenezco a la comunidad del colegio Waldorf. Para mis vecinos será una gran sorpresa que ahora puedan conocerme como escritora, observadora de sus vidas y de su mundo.

-Agradece a una serie de vecinos, incluyendo a Gastón Soublette. ¿Cuál es su relación con él?

-Él vive en Limache, nos conocemos hace muchos años por compartir en eventos literarios, él es un personaje acá. Hace muchos años me dio una orientación sobre los libros de Historia que debía leer.

-¿Qué es lo que más le gusta de Chile y lo que menos le gusta?

-Desde el principio quedé enamorada de la naturaleza. El paisaje, las montañas, la selva, la costa, es una maravilla infinita. Y lo que me molesta es ser mujer en Chile.

-¿Podría profundizar en ello?

-Yo tengo un capítulo en mi libro que escribo sobre Javiera Carrera, para mí es uno de mis favoritos, porque es simbólico y explica muy bien el problema. Como mujer en Chile no importa si eres pobre o rica, siempre quedas fuera, siempre quedas atrás y no tienes los mismos derechos y el mismo poder que los hombres. No es una cosa que yo quiera ser hombre, a mí me encanta ser mujer, el problema, tal como partimos esta conversación, es la desigualdad de las oportunidades. Es muy grave. El machismo me ofende mucho. La violencia contra la mujer es horrible. No solamente en pareja, cómo te tratan en el hospital, es muy cruel. Hay una falta de respeto hacia lo femenino, en general.

"Como mujer en Chile no importa si eres pobre o rica, siempre quedas fuera siempre quedas atrás y no tienes los mismos derechos y el mismo poder que los hombres".

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