Parte el fin del plástico de un solo uso: lo fiscalizarán los municipios
El domingo empieza a regir la ley que promete sacar de circulación 23 mil toneladas al año de productos. Las multas van de 55 mil a un millón de pesos.
Leo Riquelme
Los restaurantes, locales de comida rápida y supermercados deberán cambiar varias de sus prácticas comerciales desde este domingo, cuando comience a regir la primera fase de la ley que busca terminar con la entrega de utensilios de plástico de un solo uso.
La normativa establece que este tipo de negocios tendrán prohibido entregar a sus clientes bombillas, revolvedores, palillos, vasos, tazones y cubiertos como tenedores, cucharas y cuchillos que sean de plástico desechable.
Los restaurantes, fuentes de soda o cafeterías tampoco podrán proporcionar productos de un solo uso de plumavit, como por ejemplo los contenedores en que hasta hoy muchas veces se sirve comida.
La ley obliga también a que desde el domingo los supermercados tendrán que contar con una oferta de bebestibles en formato retornable, así como el deber de recibir este tipo de botellas que lleven los clientes.
Todas las botellas plásticas desechables de bebidas tendrán que ser elaboradas con un porcentaje de plástico recolectado y reciclado en Chile.
Los encargados de su fiscalización serán los municipios, a los cuales los consumidores pueden recurrir para estampar denuncias.
Éstas serán tramitadas en los juzgados de policía local, que podrá cursar multas a los negocios de comida entre 1 y 5 Unidades Tributarias Mensuales (de 55 mil a 275 mil pesos) por cada producto prohibido; sanción que sube hasta 20 UTM ($1.097.660) si la falta la comete un supermercado.
La ley dispone que desde agosto de 2023 todos los comercios deberán ofrecer y recibir botellas retornables, en tanto que se terminará de implementar en 2024 cuando se exigirá que los servicios de delivery solo podrán utilizar utensilios y envases de plásticos certificados, es decir que estén elaborados a partir de recursos renovables y que puedan ser compostados.
Con esta norma se pretende terminar con la emisión de 23 mil toneladas anuales de plástico de un solo uso.
El ministro (s) de Medio Ambiente, Marcelo Fernández, afirmó que esta ley es "una de las más ambiciosas del mundo para combatir la contaminación" y la calificó como un "hito".