Percepción económica en nuevo escenario
Mucho se habló en los últimos meses de las variables que transforman al 2022 como un año difícil en materia económica, un año de desaceleración.
Entre las variables que destacan en las pesimistas proyecciones a nivel mundial son los continuos brotes de Covid y las nuevas variantes, la disminución del apoyo macroeconómico, y las persistentes dificultades en la cadena de suministros.
En Chile, el 2021 terminó con una inédita proyección de crecimiento del 12%, pero claro con un año base de comparación bajísimo del 2020. ¿Qué dicen las proyecciones en nuestra economía?
Noticias poco alentadoras en sintonía con este diagnóstico mundial, pues el Banco Central sitúa un crecimiento entre el 1,5 y 2,5% y un 2023 en torno al 0 y 1%.
Ya no habrá medidas que estimulen el consumo como los retiros y las ayudas fiscales a las personas.
Por otro lado, la tan temida inflación con proyecciones de un 7% al cierre del primer semestre de este año, para volver a la meta del 3% en el 2023 dado precisamente por la "regulación" del consumo sin estímulos.
Por otro lado, el desempleo no bajaría del 8% y la inversión también bajaría asociado a las expectativas de bajo crecimiento en un 2.2%.
Con estas condiciones generales en la mesa, los principales ejecutivos de la región tienen expectativas que conversan con estas proyecciones, pues nuestro tradicional Índice de Percepción Empresarial de diciembre 2021 genera un score de 45 puntos, (bajo 50 es asociado a pesimismo).
Si bien es cierto es "negativo", está lejos del registrado en julio 2020 con las secuelas del estallido y la pandemia en su punto más álgido que situó aquel índice en 32 puntos.
Este nuevo Iper tiene proyecciones interesantes de poner en la palestra, como, por ejemplo, cuando les preguntamos por la inversión en su empresa, responden en su mayoría que se mantendrán con un 46% y que aumentarán en un 20%.
Cuando se les consulta por su proyección en las ventas de su empresa, el 42% señala que se mantendrán y el 34% que aumentarán, por otro lado, las remuneraciones en sus compañías un 60% señala que se mantendrían y un 37% dice que aumentarán.
Desde los resultados que alimentan el pesimismo encontramos que casi el 40% señala que sus utilidades bajarán, y un 36% señala que se mantendrán, el 86% manifiesta que el costo de sus insumos de empresa aumentará.
Cuando les preguntamos cual será el impacto para su empresa el programa del gobierno electo un 53% será negativo y un 12% muy negativo.
Y, por último, el 52% de los ejecutivos de las principales empresas del país sitúan el crecimiento país entre un 0 y un 1,9%.
Como conclusión, podemos decir que el IPER conversa con la difícil y desafiante proyección económica del 2022, pero estos pronósticos son mejores a los esperados, y eso será vital para la tan ansiada recuperación económica con niveles pre pandémicos, pues la confianza de los agentes claves regionales es vital para aquello.
Ricardo Fuentes Lama
Director Carrera Ingeniería Comercial
Universidad Andrés Bello