Ómicron
En menos de un mes, Ómicron se ha convertido en la variante predominante en todo el hemisferio norte. Afortunadamente, por lo que sabemos hasta ahora, se trata de una variante menos dañina. Para quienes están vacunados ésta se presenta muy similar a un resfrío común, pero para quienes no se han inoculado se manifiesta como una gripe, similar a la influenza.
Aunque un porcentaje muy bajo de personas enferma gravemente, su contagiosidad es una de las más altas del espectro viral. Esto ha causado que en Europa la ola de contagios sea la mayor desde que inició la pandemia (por mucho).
El problema de lo anterior radica en que, aunque solo unos pocos necesiten ser hospitalizados por esta variante, al haber tantos contagios al mismo tiempo podría provocar un colapso en la capacidad de camas críticas. En Chile la ocupación de camas UCI supera el 80%, por lo que no hay mucho margen.
¿Qué sucede con las vacunas? Lo que sabemos hasta ahora es que el esquema de vacunación inicial (dos dosis) pierde efectividad frente a Ómicron. La buena noticia es que el "boost" o tercera dosis reactiva la inmunidad y, por ende, nos mantendría protegidos.
En conclusión, aún no es tiempo de dejar el uso de mascarillas ni el distanciamiento físico. Además, mientras no se aprueben vacunas de mayor duración, la inoculación de refuerzo es indispensable.
Dr. Claudio Olmos
Académico U. Andrés Bello