Aldeas Infantiles SOS y su lucha por reunificar familias
En Arica, Rosemary Castillo pudo recuperar el cuidado de sus hijas gracias a su resiliencia personal y al apoyo de los profesionales del Programa de Acogimiento Familiar "Pukará".
Redacción - La Estrella
Aldeas Infantiles SOS trabaja hace 56 años en Chile para que todo niño, niña, joven y adolescente pueda ejercer su derecho a vivir en familia. Es así como en sus 13 Programas de Acogimiento Residencial desde Arica a Ancud no solo acoge a niños y niñas que por una orden judicial fueron separados de sus familias, sino también, busca trabajar con estas familias para que ellas recuperen el cuidado de sus hijos e hijas lo antes posible. Es así como el final feliz para la organización es que los niños regresen a su familia, pero no a la misma familia que perdió sus cuidados, quienes en ese momento no tenían las condiciones y habilidades para cuidar a sus hijos, sino a una familia recuperada, empoderada en la protección y bienestar de ese niño o niña.
Historia de reunificación
En medio de este trabajo de reunificación familiar que impulsa Aldeas Infantiles SOS, es que conocimos la historia de Rosemary Carrasco, quien llegó en 2016 a Arica, procedente de Bolivia junto a sus tres hijos. Hoy tras casi un año de trabajo, recuperó el cuidado de sus dos hijas que llegaron al Programa Pukará de Arica. Ella, como muchas madres que están criando solas, se vio en la necesidad de salir a trabajar para darles el sustento diario, dejando sin un cuidado adecuado a estas niñas durante gran parte del día. Fue así como tras un dictamen de los tribunales de Familia sus hijas de 8 y 10 años fueron trasladadas a una de las casas de la Aldea "Pukará". Gracias a su resiliencia personal y al apoyo de los profesionales del Programa, esta madre pudo recuperar el cuidado de ellas y hoy están viviendo felizmente todos juntos.
"Pese a las condiciones de riesgo que generan la judicialización y separación de muchas familias como son: la migración, situaciones de pobreza, violencia familiar y de género, entre otras, la mayoría de las familias cuentan con riquezas y recursos personales para hacerse cargo del cuidado de sus hijos. Esa es nuestra premisa principal y, además, en el caso de Arica en nuestras intervenciones sumamos el componente de integración y reconocimiento de la diversidad cultural e indígena de la zona. Es así como contamos con profesionales que son con ascendencia indígena, quienes generan planes de intervenciones diferenciados para cada familia, de acuerdo a sus particularidades y cosmovisión. En el caso de Rosemary el equipo puso en valor el contexto cultural de crianza del cual provenía esta madre para luego, desde ese reconocimiento entregarle nuevas herramientas de crianza y parentalidad positiva, instruirla en la normativa actual de protección, que califica de negligencia dejar a los niños solos sin cuidado de un adulto. Se trabajó además en fortalecer su autoestima y empoderamiento personal, todos elementos claves para volver a vivir con sus hijas y que Rosemary desarrolló muy bien", comenta Mirian Iribarren, Directora de la Aldea Pukará.
Con todos estos cambios y apoyo, esta madre pudo regular su situación migratoria en Chile y formalizó su emprendimiento de venta de jugos y ensaladas a domicilio. "Con gran esfuerzo reuní el dinero necesario para comprar una máquina de jugos profesional y me compré un auto para realizar pedidos por delivery en Arica. Durante todo el proceso nunca dejé de visitar y ver a mis niñas. Y gracias a todos en el Programa pude formalizar el negocio y compatibilizar los horarios para estar gran parte del día con ellos y no dejarlos solos", señala Rosemary.
Final feliz para Rosemary y también para Aldeas Infantiles SOS en Chile. Ingresa al sitio web www.aldeasinfantiles.cl y conoce la labor de la organización en el país. Tú también puedes aportar en la vida de los niños y sus familias sumándote como socio o realizando una donación por única vez.
"Durante todo el proceso nunca dejé de visitar y ver a mis niñas"
Rosemary Castillo, Beneficiaria del programa Pukará, Aldeas Infantiles SOS.