Editorial
Incertidumbre
Chile está a las puertas de una nueva apertura de fronteras, un tema que hoy, especialmente involucra a Arica y a nuestra región. La decisión anunciada por el Gobierno ha generado una serie de comentarios, desde aquellos que destacan la medida, hasta quienes se han manifestado decididamente en contra.
A favor están quienes plantean la necesidad, especialmente, de seguir activando el turismo, un área económica y de desarrollo eje para nuestra región, que ha sido duramente golpeada durante esta crisis sanitaria mundial que ya lleva prácticamente dos años. Pero hay voces en contra que presentan las más diversas razones, desde aquellas que tienen que ver con el refuerzo de la economía local y regional, hasta las que apuntan claramente a razones sanitarias.
Hasta ayer domingo, a pocos días de la anunciada apertura de la frontera con Perú, todavía había detalles importantes que afinar. Y es que más allá de los requisitos para entrar o salir del país, hay otros aspectos que tiene que ver con la operativa, los aforos, procedimientos que cumplan con los estándares de esta realidad en la que ahora vivimos.
Es difícil pensar en los complejos fronterizos, funcionando en modo pandemia, con las aglomeraciones que nos acostumbramos a ver en Santa Rosa o en Chacalluta, con esas filas que caracoleaban en torno ventanillas muy juntas unas de otras, en lugares donde el tránsito y el intercambio de personas es masivo y constante.
Las últimas estadísticas antes de la pandemia hablaban de que los complejos fronterizos que regulan los pasos entre Chile y Perú, en Chacalluta y Santa Rosa, contaban con cerca de siete millones de cruces al año. La interrogante es si es que están ambos países en condiciones de hacerse cargo de un resguardo sanitario a la altura de ese nivel de tránsito. Ahora, la humanidad está comenzando a enfrentar un nuevo desafío sanitario: la variable Omicrón, la cual aún se encuentra bajo estudio pero que ha puesto las alertas en Europa.
La apertura de la frontera en Arica necesariamente requiere profundos análisis, que respondan especialmente al escenario sanitario que caracteriza hoy no sólo a nuestro país, ni siquiera a nuestra región, sino que también al mundo y a nuestros vecinos.
"La apertura de la frontera ocurriría justo en momentos en que el mundo está en alerta por una nueva variante del coronavirus".