Editorial
Por la salud humana y del planeta
A pesar de las mejoras en algunos indicadores pero sobre todo, de las aperturas que se han establecido aún durante la pandemia, una de las medidas de protección que permanece y se fomenta es el uso de las mascarillas.
Si bien por estos días es posible advertir con menor o mayor énfasis un cierto grado de relajo frente a la presencia del virus, en Arica se aprecia que la población sigue teniendo mayoritariamente en cuenta el uso de los "cubrebocas" en lugares públicos como una manera de evitar contagios.
Sin embargo, esta conducta indispensable que es usar las mascarillas, no siempre va de la mano con una cultura sanitaria integral y esto se ve en la disposición de estos mismos elementos. El aumento de la contaminación debido a las mascarillas, es un hecho cada vez más evidente.
El término de las cuarentenas y el aumento de la circulación de las personas han contribuido a que muchos no tengan mayores consideraciones para botar estos elementos de protección sanitaria en cualquier lugar. Dejó de ser raro ver mascarillas en las calles, enredadas en los árboles y arbustos, en parques y lugares para hacer deportes. Simplemente, están en todos lados.
Esta realidad requiere un trabajo de sensibilización a la altura de las circunstancias. Según estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente, si cada chileno usa dos mascarillas desechables al día, se totalizarían más de 30 millones de estos elementos utilizados cada 24 horas. Lamentablemente, no todas son adecuadamente dispuestas o desechadas. Además, considerando el peso de las mascarillas, en un mes se desecharían más de cuatro mil toneladas de plásticos adicionales, teniendo en cuenta de qué estos elementos están confeccionados de diminutas fibras de polipropileno, un material que prácticamente no se degrada.
Hoy se hace indispensable realizar una intensa campaña que permita fomentar en la comunidad en general una conciencia en torno a los efectos que tiene la deficiente disposición de las mascarillas desechables. Hay que velar por la salud de la población, y ltambién por la del planeta.
"A estas alturas hace falta una gran campaña para terminar con la contaminación por mascarillas usadas".