La bordadora de memes y amores
1¿Cómo recuerdas que eras de niña y por qué optaste por estudiar estética? -Creo que de niña era más bien tímida e insegura y si bien tenía inclinación hacia el arte, no tuve un adulto en mi entorno que pudiera guiarme. En cuanto al colegio, me iba bien en las notas, pero no excelente. Al terminar Cuarto Medio no tenía muy claro cuáles eran mis intereses, qué era lo que realmente me gustaba, así que primero estudié Pedagogía Básica, una carrera que al terminar me di cuenta que no quería ejercer, así que entré a estudiar Estética, y esa carrera sí que me gustó.
2¿Cómo fue que llegaste al bordado? -Después de la universidad estudié diseño de zapatos y me dediqué a eso varios años, pero no me satisfacía. Continué en una búsqueda intuitiva y me inscribí en un taller de bordado y mi vida se encaminó hacia ese oficio que me ha realizado y desarrolló mi sensibilidad estética, mi entendimiento del color y ganas de dar lo mejor de mí en cada proyecto. Una buena bordadora es disciplinada y paciente. La amistad que surge bordando es agradable: nunca se acaban los temas de conversación. Compartir un pasatiempo con otras personas reconforta el espíritu.
3¿Cuáles son tus puntos favoritos y con qué materiales te gusta trabajar? -Me encanta el punto largo y el corto, también el punto atrás que son los básicos y permiten "pintar con hilos" con facilidad. Bordo ideas figurativas y no de texturas, por lo que me acomodan esos puntos. Los materiales que más me gusta usar son bastidores de plástico, tela de sábanas recicladas e hilos mouliné marca DMC. Me gusta bordar lo que siento en el momento, puede ser un meme que me de risa o la persona de la que estoy enamorada. También bordo imágenes de lo que me rodea, objetos y tonteras.