A seguir con los debidos resguardos
El fin del "Estado de excepción" deja atrás el toque de queda, las cuarentenas territoriales y todas las restricciones de movilidad. Sin embargo, seguimos en "Alerta Sanitaria", es decir, aislar los casos positivos, contactos estrechos, sospechosos y viajeros; el traslado a residencias sanitarias cuando sea necesario, así como la obligatoriedad de mascarilla y restricciones de aforo.
En base a lo que hemos aprendido, podemos aventurarnos a predecir lo que va a pasar. Al final, casi todos habrán enfermado o bien, sido vacunados. Algunos habrán enfermado aun estando vacunados e incluso unos pocos podrán haber contraído el virus más de una vez. Muchos experimentarán ansiedad por volver a sus trabajos y es posible que algunas escuelas deban cerrar por algún brote.
El personal de salud, incluso estando vacunados, seguirán con el temor de enfermar y contagiar a sus seres queridos.
Los centros de salud seguirán con una alta demanda, ya no sólo por COVID, sino por la larga lista de afecciones postergadas durante un año y medio, y otras tantas condiciones que surgieron por el encierro, el sedentarismo o las horas que pasamos sentados frente a una pantalla.
Lo cierto es que la Pandemia aún no acaba, y aunque las probabilidades son mucho menores que hace un año, nadie está libre de perder un ser querido, producto de esta enfermedad.
El virus nos obligó a sentirnos iguales e indefensos y hoy estamos mejor, porque fuimos vacunados sin distinción de clases ni credos. ¡Mantengamos ese espíritu de empatía y solidaridad! El cuidado no puede ser exclusivamente individual, sino colectivo.
Seamos prudente con las libertades ganadas y sigamos cuidándonos para cuidar a los demás.
Dr. Claudio Olmos G.
Escuela Medicina U. Andrés Bello
Coordinador Investigación Clínica INDISA