Editorial
Regreso de eventos masivos
El fin de semana se marcó un nuevo hito en los progresos que se están realizando en el país, como parte de la recuperación de los efectos de la pandemia. En Talcahuano se llevó a cabo el primer concierto de artistas pop desde que Chile entrara en la crisis sanitaria que afecta al planeta.
Se trató del primer evento masivo de este tipo, que se realizó en Espacio Marina de Talcahuano y que fue autorizado debido al cumplimiento de las medidas sanitarias establecidas por las autoridades de salud de la región del Biobío.
El evento fue protagonizado por las artistas Dulce y Agraz y Camila Moreno, y fue fiscalizado en el lugar antes y durante la actividad por parte de las autoridades de salud. Fue un concierto que se realizó al aire libre y sin interacción entre los asistentes. Antes del ingreso se solicitó el pase de movilidad y según dieron a conocer, sólo se restringió el ingreso a nueve personas porque siete de ellas no contaban con el pase habilitado y dos días no lo tenían.
Al final, fueron alrededor de 650 personas quienes llegaron a disfrutar de la actividad de manera segura y cumpliendo los protocolos. Fue una verdadera prueba para la capacidad que pueda tener el público para ser parte de eventos masivos, a la altura de las circunstancias. Se trata de un tema que se ha levantado con fuerza en estos tiempos.
La banda nacional Chancho en Piedra también será parte de una prueba, mediante la cual se organizará un concierto en el espacio cerrado con una serie de mediciones, con medidas sanitarias y fiscalizaciones, para analizar las condiciones para el retorno de estos espectáculos.
Próximamente también se viene la apertura de los estadios para el regreso del público a las canchas, después de un largo tiempo de graderías vacías.
Todos estos avances generan algunas preocupaciones lógicas. La pandemia no ha terminado. Pero también responden a necesidades distintas, con obligaciones comunes: establecer protocolos efectivos y realistas, que sean aplicables. Y en el caso del público, apegarse estrictamente a las disposiciones para eventos masivos.
"La pandemia no ha terminado y de ahí una inquietud que demanda protocolos y fiscalizaciones estrictas".