Editorial
Horizontes
Hace 52 años, el 20 de julio de 1969, la humanidad dio un "gran paso" en pies de un par de hombres. Uno de ellos dijo que era solo un "pequeño paso" cuando pisó el suelo de la luna, sin embargo, este hito cambió de muchas maneras no sólo la llamada "carrera espacial", sino que también el rumbo de la ciencia y la tecnología , la investigación y hasta las esperanzas para el ser humano.
A poco más de medio siglo de aquel momento, este mes se dieron dos hitos en el mismo contexto que bien podría considerarse dentro de uno solo. El llamado "turismo espacial" comenzó luego de que dos proyectos se concretaran en menos de quince días.
Richard Branson, en su avión cohete Unity, cumplió un viaje que duró poco más de una hora para llegar al borde del espacio, cumpliendo así un sueño, una ambición personal. Y ayer, Jeff Bezos, en su nave New Shepard, también contribuyó a este "turismo espacial". Y más adelante será el turno de Elon Musk, quien también ya ha marcado hitos, al ofrecer y concretar una alternativa desde el mundo privado a los viajes espaciales.
Lo que para hoy parece ser tan natural, lentamente casi cotidiano, representa avances revestidos de una serie de detalles para el ser humano. Hace poco más de medio siglo, después de miles de años de historia, el ser humano por primera vez pudo comprobar con sus ojos la redondez de la tierra.
Mientras en estos momentos la Estación Espacial Internacional recibe periódicamente dotaciones de astronautas y científicos para seguir tras el conocimiento de la relación entre el ser humano y el espacio y las esperanzas que puede haber más allá de los confines de nuestra atmósfera.
Son avances que hablan de la permanente búsqueda del ser humano de nuevos confines. Sin embargo, también tras ello está la importancia de analizar los costos que incluso para la misma humanidad esto puede traer.
Los impactos económicos y ambientales tras estos esfuerzos no se pueden soslayar, porque las perspectivas futuras no se pueden abrir a costa de sacrificar el presente. Porque eso también hipoteca nuestros horizontes.
"La carrera espacial dejó de ser eso, una carrera, para transformarse en posibilidades amplias, como el turismo espacial".