Salud bucal y Covid
Hasta hace poco nadie hubiese podido imaginar que un estado bucal deficiente pudiese tener influencia sobre el COVID-19, pero hoy, con nuevos avances en el entendimiento de la enfermedad, se han revelado nuevas interacciones que van específicamente ligadas a la enfermedad periodontal.
La enfermedad periodontal o periodontitis, también conocida como la enfermedad de las encías, es una patología crónica, caracterizada por un estado inflamatorio prolongado en respuesta a la interacción entre las bacterias de la placa bacteriana y la propia inmunidad del paciente, que va destruyendo el hueso que sostiene a los dientes. Esto avanza de forma lenta y progresiva, hasta alcanzar niveles de severidad tales donde se pueden llegar hasta a perder piezas dentales.
Según el Global Burden of Disease, el 50% de la población mundial adulta padece formas leves a moderadas de periodontitis, considerándose como la sexta enfermedad más prevalente en la humanidad. En Chile, las cifras no son más prometedoras: de acuerdo al Minsal, la enfermedad periodontal se encuentra presente en más del 90% de la población, donde normalmente no existe consciencia del avance y sus daños asociados.
Tanto en COVID-19 como en periodontitis, existe una respuesta exacerbada del sistema inmune, responsable de los daños en los tejidos y órganos que pueden terminar con las secuelas que ya todos conocemos. Lo que ahora está confirmado, sin embargo, es que estas similitudes se relacionan directamente, de tal forma que un paciente con periodontitis moderada a severa tiene mayores posibilidades de agravarse si se contagia de COVID. ¿Cuánto más? Un estudio publicado por la Journal of Clinical Periodontology este año indica una alarmante relación de 3,5 veces más posibilidades de ingresar a la UCI, 4,5 veces más posibilidades de necesitar ventilación asistida y 9 veces más posibilidades de morir. Además, expertos indican que la periodontitis tiene también una estrecha relación con el desarrollo de neumonía en pacientes ya hospitalizados o con ventilación asistida, lo que alarma aún más a la comunidad científica.
Teniendo todos estos nuevos descubrimientos en cuenta, se hace imprescindible recalcar la importancia de la mantención de una buena salud oral y de la educación y prevención a través de buenas técnicas de higiene bucal, uso de implementos accesorios de limpieza como seda dental, cepillos interproximales y enjuagues, y por sobre todo, tomando consciencia de que mantener una boca libre de caries y periodontitis no solo trae consecuencias favorables para la cavidad oral, sino también para la salud en general. El rol del dentista se centra en visualizar la importancia de la boca en la salud del paciente, pero también en enseñar cómo el paciente puede mantener su salud a través de estas simples medidas de cuidado.
Blanca Klahn A., docente odontología,
Universidad Andrés Bello