El "abrazo de la paz" confirmó la reconciliación entre Vidal y Bravo
Un momento especial protagonizaron ambos referentes de la Selección en el hotel tras la mediación de Medel e Isla, dejando atrás años de polémicas en la Roja.
Jorge Reyes Patuelli
Un antes y un después. Claudio Bravo y Arturo Vidal se dieron un cálido abrazo en la concentración de la Selección Chilena entre las bromas de sus compañeros, dejando atrás años de polémicas luego de la fallida clasificación de la Roja al Mundial de Rusia 2018.
El capitán del equipo estuvo un largo tiempo sin defender la camiseta de Chile. Luego de los polémicos dichos de su señora Carla Pardo en contra del "King", los jugadores se distanciaron. "Amigos no seremos nunca más", dijo Vidal en agosto del año pasado.
Martín Lasarte citó a ambos jugadores, pero la reconciliación no se notaba, sólo eran compañeros que cuando mostraban algún grado de cercanía en la cancha llamaba la atención de Chile entero.
Ahora en la Copa América de Brasil todo quedó atrás. En un live de Instagram en la cuenta de Mauricio Isla, el "Huaso" y Gary Medel lideraron el abrazo en Brasilia. Ambos fueron claves en una reunión que la noche del martes encabezaron ellos y Martín Lasarte con el resto del plantel para cerrar el caso. Ayer, mientras los jugadores almorzaban en el hotel, el lateral del Flamengo comenzó diciendo que "tenía una sorpresa".
Isla estaba sentado en su mesa junto a Gabriel Castellón y precisamente Claudio Bravo. En una de las mesas más cercanas estaba Vidal con Medel. Es ahí cuando el "Pitbull" con el "Huaso" ponen una silla justo al lado de la del capitán y sientan al "King".
"¿Qué pensai de la situación?", le preguntó Bravo a Isla. "Yo creo que todos estamos esperando el abrazo. La gente no sabe muchas cosas", respondió. Medel se unió y fue recibido con una broma: "El Gary se puso a llorar anoche", gritó el lateral derecho. El "Pitbull" tomó la palabra y detalló que "tuvimos una conversación clara entre nosotros". "Ya te vay a poner a llorar", le dijo Bravo entre risas. Acto seguido, los dos protagonistas se paran de sus sillas, se dan la mano y se abrazan bajo los aplausos de todo el plantel, incluso el capitán le pasa la mano por la cara al jugador del Inter, quien no paraba de reír. Volvió la paz.