Protestaron por falta de condiciones para las clases
Organizaciones acusaron que no están las medidas suficientes para volver a lo presencial.
Profesores, apoderados y asistentes de la educación realizaron una manifestación ayer en las afueras del Servicio Local de Educación Pública (SLEP) Chinchorro, como rechazo al retorno a la presencialidad en Fase 2.
Según indicaron en comunicado, "la directora (s) del SLEP, Julia Orostegui a través del ordinario N°610 realizó un llamado a los funcionarios a presentarse en los establecimientos, sin haber llamado antes a las mesas de trabajo correspondientes, según lo señala el plan de retorno a las clases presenciales".
Agregaron que el plan desconoce las distintas realidades que tienen las comunidades escolares, "las cuales son muy diversas y no es posible tratarlas homogéneamente ni tan a la ligera".
Pablo Ponce, presidente de la Asociación de Funcionarios Asistentes de la Educación (AFE), manifestó que no están las condiciones sanitarias ni de infraestructura en los establecimientos públicos como para volver a la presencialidad.
"Es un descriterio de las autoridades el estar obligando a que todos los funcionarios estén presentes en los distintos establecimientos educacionales, porque hoy no están las condiciones".
Agregó que han recibido denuncias de que en los colegios se está pidiendo aportes a apoderados para obtener objetos de protección personal como mascarillas y alcohol gel, siendo que estos deberían ser entregados por el servicio local.
Además comentó que los colegios tampoco cuentan con los recursos tecnológicos que permitan la realización efectiva de las clases híbridas, y que muchos de ellos ni siquiera cuentan con teléfonos para comunicarse con los apoderados. "Primero hay que defender la vida y luego ver cómo recuperamos este tiempo perdido".
"no es una obligatoriedad"
El SLEP Chinchorro, en tanto, informó que "el llamado al retorno a clases presenciales corresponde al compromiso que tenemos como servicio de brindar educación a aquellos alumnos que necesiten clases presenciales, en ningún caso es una obligatoriedad la presencialidad".
Manifestaron que es deber del servicio "el respetar la decisión de padres, madres y apoderados de no querer enviar a sus estudiantes a clases, pero tambien debemos de tener nuestros establecimientos abiertos y disponibles para casi 35% de apoderados y estudiantes que necesitan y desean asistir a clases".