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Francisco Cooper, - Arquitecto urbanista

El jueves pasado, el concejo -aunque sin unanimidad- votó a favor de mantener el acuerdo del 2019 de extender la Zona Especial de Parque Urbano Natural a más de 800 hectáreas con un único fin; dar pie a una futura protección del Humedal del Río Lluta y su área de influencia. Actualmente dicha protección abarca solamente la superficie de 30,65 hectáreas; declaración de 2009 que lo define como Santuario de la Naturaleza por albergar especies endémicas y actuar como lugar de descanso, refugio, alimentación y reproducción de aves que migran por la ruta del Pacífico. Existe además una resolución que inició el proceso de declaración de humedales urbanos en todo Chile, donde el Humedal del Río Lluta figura en la lista considerando 541 hectáreas de superficie.

Dicha información ya es conocida por la comunidad y fue mencionada en la discusión respecto de la nueva definición de uso de suelo de Zona Especial de Parque Urbano Natural que reemplaza una Zona Mixta de Borde Costero donde en un principio iba a estar permitida la construcción de viviendas, hospedajes, locales comerciales, restaurantes, centros deportivos, entre otros. Lo que finalmente se aprobó fue eliminar dichos futuros usos con el objetivo de preservar la importante biodiversidad presente en el sector, limitando el uso de suelo solamente a áreas verdes y espacio público. Aunque cabe mencionar que en el área el Plan Regulador Comunal establece un bajo nivel de ocupación de suelo -sin prohibirlo en su totalidad- y una altura máxima de 4 metros que regula actividades complementarias a sus usos permitidos.

Es importante entender que lo aprobado la semana pasada fue el cambio de uso de suelo. Aún queda mucho por recorrer; si se quiere consolidar la protección que se celebra estos días, el área debe ser oficialmente declarado como Humedal Urbano y se debe elaborar un plan de manejo para el área a proteger. Luego de la publicación en el diario oficial del nuevo Plan Regulador Comunal, se debe comenzar el trabajo de formulación y proceso de desarrollo del Plan de Manejo, identificar a los responsables, los actores territoriales involucrados, la delimitación del área y la visión compartida con un fuerte componente participativo como eje central. Así como la presión para el voto de aprobación del cambio de uso de suelo, la participación de la comunidad local provee importantes beneficios a la planificación urbana. Actores tan importantes como académicos, servicios públicos, comunidades locales, agrupaciones indígenas, privados, entre otros.

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