N.L.G.

Novak Djokovic (1° del mundo), agiganta su leyenda y sigue peleando palmo a palmo con Roger Federer y Rafael Nadal su lugar entre los más grandes del tenis, después de ganar su segundo Roland Garros con una notable remontada ante el griego Stefanos Tsitsipas (5°) por 6-7(6), 2-6, 6-3, 6-2 y 6-4 en 4 horas y 11 minutos.

El título es el Grand Slam 19 del serbio, que queda a un major de los otros dos históricos. Esa es la última estadística donde está abajo, porque en el conteo general de principales torneos 'Nole' domina con 60 coronas, tres más que el español y seis más que el suizo. Además, es el primero en la era abierta considerada desde 1968 en ganar los cuatro Grand Slam en al menos dos ocasiones cada uno.

Pese a que el griego salió como un torbellino, con derechas profundas y un gran nivel, desde el tercer set se le empezó a agotar la bencina en las piernas y cada vez más estático e inexperto, considerando que jugaba su primera final en un grande, cedió ante el impulso del serbio, que supo oler los momentos para imponer su juego y sellar con un notable punto para la historia.

El impulso de la corona, la segunda en París tras la de 2016, dejó entusiasmado a Djokovic, quien prometió volver para sumar más títulos en la arcilla. "Ha sido un esfuerzo de equipo, estoy muy orgulloso, contento, no quiero parar aquí, quiero volver aquí (como ganador) al menos una o dos veces más", comentó.

"No soy tan joven como Stefanos y tengo que buscar cada día nuevas motivaciones", agregó Djokovic, ya con 34 años y líder también en el ranking que clasifica a los ocho mejores de la temporada al Masters de Turín.

El griego, por su parte, asumió que lo mostrado en los dos primeros sets no fue suficiente para quedarse con su primer Grand Slam. "He aprendido que en un 'grande' tener esa ventaja no significa nada", comentó. "Tienes que ganar todavía uno (set) más y no es que yo me relajase o cambiase algo, lo que sucedió fue que él (Djokovic) volvió como si fuese un jugador diferente. No lo sé cómo lo hizo. Jugó muy bien y no me dejó espacios".

Morten Boesen confirmó que el volante Chrstian Eriksen, que se desvaneció solo el sábado en el encuentro de Dinamarca con Finlandia, sufrió un paro cardíaco y estuvo clínicamente muerto unos segundos, hasta que fue reanimado con un desfibrilador. De momento, se desconoce la causa, de ahí que continúa hospitalizado mientras es sometido a más exámenes .

Eriksen mantuvo ayer una conversación muy emotiva con todo el grupo. "Hablamos todos con él esta mañana por videollamada y vimos su sonrisa en la pantalla. Y, entonces, dice: '¿Cómo están? Creo que están peor que yo. Me siento como si tuviera que salir a entrenar ahora'", reveló en rueda de prensa el entrenador Casper Hjulmand.

Pensando en frío, al DT no le pareció correcto completar el resto del partido después de lo que ocurrió. "Creo que fue una decisión equivocada. Los jugadores estaban en shock, no sabían si habían perdido a su amigo. No deberíamos haber jugado", reflexionó.

Mientras se espera se determine qué ocurrió, el cardiologo Sanjay Sharma, quien trabajó con Eriksen en Tottenham Hotspur, hizo un mal pronóstico: "No sé si volverá a jugar al fútbol. Con franqueza, murió, aunque fuese por unos minutos, pero murió. ¿Un profesional médico le permitiría morir de nuevo? La respuesta es no".

El Team Chile alcanzó los 50 clasificados a los Juegos olímpicos de Tokio, su cuarta delegación más grande de la historia, gracias al triatlón. Una vez cerrado el ranking tras la fecha mundial de Huatulco en México, se confirmó las clasificaciones de Bárbara Riveros, quien lo había adelantado hace unos días, y la de Diego Moya, quien finalizó 36° en México y logró el cupo por la consideración de los países del continente que no tenían representación olímpica. A ellos se confirmó el ingreso de Cristian Garin en tenis al ser elegible entre los 56 mejores del ranking. Así, el Team Chile tendrá una representación histórica en 23 de 33 disciplinas, equivalentes al 70 por ciento.