Brasil definirá hoy si acepta ser sede de la Copa América
Conmebol asignó el torneo agradeciendo a Jair Bolsonaro, pero anoche los dichos del ministro de la Casa Civil sobre la decisión de esta jornada ponen contra las cuerdas su organización, muy criticada por la oposición política al presidente.
Nicolás Labra G.
Conmebol sorprendió al asignar la sede de la Copa América a Brasil, país que no estaba en la consideración inicial de nadie ante los rumores de que el torneo se podía mover a Chile o Estados Unidos, tras quitar la sede inicial a Argentina la noche del domingo.
La elección de Brasil generó críticas tanto adentro como fuera de ese país, considerando que su situación sanitaria debido al coronavirus es igual de complicada que la de los argentinos, principal argumento para sacar el torneo a los trasandinos.
Pero la situación en Brasil es igual de apremiante. Alcanza más de 16 millones de contagios, en promedio en los últimos siete días se producen sobre 60 mil casos diarios de covid-19, y las muertes se empinan sobre las 1.800 diarias, con varios días de la semana pasada sobre los 2.000 fallecidos, y un total desde marzo del año pasado superior a las 462.000 víctimas fatales.
Es por eso que anoche fue el propio gobierno brasileño el que sembró un manto de dudas sobre la organización del torneo. En Brasilia habló el ministro de la Casa Civil, Luiz Eduardo Ramos, -el jefe del Gabinete de la Presidencia- y reveló que la organización de la Copa todavía no está aprobada por las autoridades, algo que solo se discutirá hoy con el presidente Jair Bolsonaro. "No hay nada seguro, quiero decirlo de forma bien clara. Estamos en medio del proceso, pero no eludiremos una demanda, si podemos atenderla", dijo Ramos.
Eso sí, dio a entender que ven con buenos ojos la organización, pero puso varios condicionantes previos que debe superar la Conmebol para llevar la cita. "Es importante destacar que ese evento, en caso de que se realice, no tendrá público. Por el momento, son diez equipos como máximo y 65 personas por cada delegación, todos vacunados", aclaró.
"No hay un documento firmado, solo negociaciones", insistió Ramos, quien además indicó que la organización del torneo "será responsabilidad de la Confederación Brasileña de Fútbol", la que deberá negociar con cada estado para definir cuáles estadios se utilizarán.
Todavía no hay un fixture oficial, pero las sedes estarían en Río de Janeiro, Sao Paulo, Natal, Recife y Brasilia. En esta última se jugaría la final en el Estadio Mané Garrincha. En cambio, los gobernadores de Pernambuco y de Rio Grande du sul y norte ya se descartaron como opciones. "El actual escenario epidemiológico no permite la realización de un evento de la envergadura de la Copa América en el territorio de Pernambuco ", dijeron desde el estado presidido por Paulo Câmara.
Tampoco están de acuerdo en el Partido de los Trabajadores (PT) sobre la medida. "¿Esto es serio? ¿En medio de la pandemia, la llegada de la tercera ola, con riesgo por falta de camas y suministros y con vacunación lenta? ¡Increíble!", escribió la presidenta Gleisi Hoffmann.
Quienes sí se han mostrado favorables son los encargados de otros estados del país. Ibaneis Rocha, a cargo del gobierno federal de Brasilia, comentó positivamente que "siempre que se respeten las medidas sanitarias necesarias, no tengo nada en contra". Joao Doria, gobernador de Sao Paulo, no descartó recibir algún partido del torneo, pero aclaró que "vamos a esperar las próximas etapas (en la organización), pero preocupación de Sao Paulo es salvar vidas. Ese (salvar vidas) es el mejor campeonato; esa es la mejor copa".
Doria, eso sí, dejó la puerta abierta destacando el trabajo que se ha tenido en prevención con el torneo estadual. "Quiero aclarar que la Federación Paulista ha cumplido rigurosamente los protocolos del Plan Sao Paulo de prevención y no tuvimos ningún tipo de problema ni durante el campeonato ni en las finales, y que los dirigentes de los clubes actuaron de forma muy prudente y responsable".
Acatar decisión
En Chile, el director deportivo de las selecciones, Francis Cagigao, dijo que solo quedaba aceptar lo decidido. "La verdad es que nosotros estamos para acatar. Esa es la decisión que tomó Conmebol y nosotros tenemos que respetar la decisión. Obviamente todo jugador y persona involucrada en la Copa América y en este prestigioso torneo, va a querer que se pueda efectuar y se juegue. Queremos que se haga en las máximas condiciones sanitarias para respetar la integridad física", comentó.
El Sifup también expresó sus dudas respecto a llevar al torneo a Brasil e indicó que se contactaron con la gremial mundial del balompié para expresar su preocupación. Incluso el diputado Matías Walker, integrante de la Comisión de Deportes de la Cámara, pidió que la ANFP analizara la situación y no expusiera al plantel en el torneo.
Todo esto después de que Alejandro Domínguez, presidente de Conmebol, agradeciera al presidente Jair Bolsonaro por recibir la Copa, algo que cada vez se ve más lejano de realizar. Incluso anoche el medio O'Globo indicó que el gobierno había decidido cerrar las fronteras para los extranjeros, lo que se tomaba como otra medida que iba en contra del torneo, pero después se aclaró que la prohibicón solo era para "la entrada, por vía aérea o fluvial, de tripulantes marítimos".
5 sedes tendría Brasil para la Copa: Río de Janeiro, Sao Paulo. Natal, Recife y Brasilia.