Por este medio deseo denunciar un hecho delictual ocurrido en hora de toque de queda en un costado de la Oficina del Serviu en el pasaje Yugoslavia, donde se usaron armas blancas (tipo sable) lo que obligó a la concurrencia de vehículos policiales y ambulancia.

Lo preocupante de lo sucedido es que se trata de indigentes que usan pasillos aledaños a ese servicio como lugar para acampar desde hace bastante tiempo y pese a habérsele reclamado en diferentes oportunidades, nada se hizo para evitar los hechos comentados. Carabineros ha concurrido a verificar la existencia de esta Verdadera toma, sin embargo no cuentan con las atribuciones para sacarlos del lugar. Estas personas hacen sus necesidades y se drogan de día y de noche a vista y paciencia de quienes vivimos en el entorno.

Como vecinos y ciudadanos que aspiramos a vivir en un lugar que nos permita tener la tranquilidad y la seguridad para nuestras familias, es que pedimos por su intermedio a las autoridades que les compete, se preocupen de disponer la evacuación de estos individuos, en especial a la Superioridad del Serviu, puesto que una simple reja que no permita el acceso al espacio señalado, sería suficiente para dar por solucionado el problema. También la petición a Carabineros para patrullar en forma más continua el sector.

Luis Rivera Y.

Mucho se ha hablado sobre lo que debiese abordar la nueva Constitución. Sin embargo, un tema que no puede ser olvidado, y que debe ser prioritario, es el acceso digno a la salud, específicamente de aquellos pacientes que hoy sufren una enfermedad de alto costo.

Actualmente, vemos cómo cientos de chilenos no pueden acceder a tratamientos oportunos. Esta situación es aún más dramática para las personas que padecen patologías raras, las cuales se caracterizan por tener una baja prevalencia y, en muchos casos, por ser tremendamente costosas, con pocas opciones terapéuticas. Incluso, hay quienes pertinentemente denominan a estas enfermedades como "huérfanas", ya que parecen estar totalmente abandonadas por parte del Estado.

Por cierto, la Ley Ricarte Soto ha sido un gran aporte para miles de chilenos. No obstante, nadie debería quedar indiferente al sufrimiento de personas que deben poner sus esperanzas en bingos y rifas para poder acceder a un medicamento.

Como Asociación Nacional Chilena de los Amigos de la Infancia apoyamos a niños que padecen Fenilcetonuria, una enfermedad metabólica que impide la ingesta de proteínas y que expone a los pacientes a irreversibles afecciones neurocognitivas y psiquiátricas, que incluyen déficits en la función ejecutiva y síntomas como ansiedad, depresión, fobias, entre otras. Aunque en otros países se ha logrado afrontar con éxito este problema, hoy, en Chile, estamos al debe y nos queda mucho por avanzar.

Queremos hacer un llamado a quienes redactarán la nueva Constitución para que no se olviden de estos pacientes, que consideren el acceso digno a la salud como una prioridad y le entreguen a todos aquellos que sufren una enfermedad poco frecuente la oportunidad de una vida digna.

De las próximas decisiones dependerá que desterremos para siempre la denominación de "huérfanos" que nos ha impuesto esta sociedad.

Eugenio Bruce, director ejecutivo

Asociación Nacional Chilena de los Amigos de la Infancia

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