Restricción vehicular ¿Quién le pone el cascabel al gato?
Nuestra ciudad es una de las más altas en su crecimiento de parque automotriz, superando la media nacional. Según el INE, en nuestra región hay 4,2 vehículos por cada 10 habitantes, y esto se comprueba cada día en nuestra vida cotidiana, agudizado por la pandemia y por los horario peak donde los puntos de congestión sean acrecentados, con sus respectivos efectos de colisiones, alto grado de stress y un trato poco fraternal entre conductores.
En este contexto, ¿quién le pone el "cascabel al gato"?, a sabiendas por ejemplo; que uno de los ejes de desarrollo de nuestra ciudad es el turismo, y con calles congestionadas, con alto grado de contaminación acústica y ambiental se vuelve poco atractiva cualquier localidad. Para agregar más, con la actual forma de vida contribuimos a las emisiones de CO2, agudizando el cambio climático, los efectos de calentamiento global, desertificación, deshielo, los efectos nocivos sobre los océanos y sobre la variedad de especies en peligro de extinción.
¿Cuándo la ciudadanía organizada, los gremios, las autoridades, dialogaremos sobre estos temas?, no en último momento para actuar con medidas reactivas, sino como políticas públicas bien planificadas, gestionadas y mejor implementadas. Hay recursos y compromisos asumidos, lo plantea el Acuerdo de Paris, la Agenda 2030, de los cuales somos parte, por lo cual hay medidas concretas que discutir y resolver, algo que las distintas autoridades no han querido abordar, posiblemente por lo impopular de pueden ser éstas, principalmente en tiempo de campañas electorales, sin embargo, me atreveré a anunciar algunas que son ya parte de experiencias recomendadas por estudios de grandes instituciones y organismos internacionales: Desincentivo y/o reducción del parque automotriz, restricción vehicular, incentivo al uso de locomoción pública no contaminante de calidad y accesible, incentivo de otros medios de locomoción como bicicleta, caminata, planificación de ciudad inteligente, y por supuesto todo esto fortalecida con medidas de subsidios, educación, participación y fiscalización, construyendo una calidad de vida digna para todos y todas, estableciendo a la vez, nuevos paradigmas que nos permitan vivir sostenidamente en lo social, en lo económico y en lo ambiental.
Ojalá las futuras autoridades electas toquen estos temas, y más aún que la futura Constitución nos de las herramientas para esto y más. Pero para no quedarnos atrás comencemos ahora, restricción vehicular, un primer paso que sólo requiere de la voluntad política y ciudadana.
José Cofré Fernández