Editorial
A siete años del terremoto
A las 20 horas con 46 minutos del martes 1 de abril del año 2014, se registró el último gran sismo que recuerde Arica. Siete años han pasado ya desde aquel terremoto que registró una magnitud de 8.2 grados en la escala de Richter y que terminó afectando principalmente a las regiones de Arica y Parinacota, Tarapacá y Antofagasta. El movimiento telúrico también se sintió con fuerza en el departamento de Tacna en Perú.
A pesar de este evento, nuestra región aún vive con la clara conciencia del anuncio de un gran evento sísmico, debido a la llamada "laguna sísmica" que registra el norte grande de Chile. Y lo cierto es que más allá de todas las especulaciones, es imposible predecir cuándo ocurriría algo así.
Lo que sí se puede hacer es revisar los procedimientos que se tienen ante este tipo de emergencias, no sólo a nivel de servicios públicos, o en el ámbito del Estado, sino que también la atención y la responsabilidad que cada persona.
Se ha destacado, por ejemplo, la madurez y tranquilidad con que la población afectada por el fuerte sismo del lunes enfrentó la situación, sin que se vieran escenas de histeria o descontrol. Esto muestra que nuestro país, la gente, paulatinamente ha ido adquiriendo una cultura ante este tipo de eventos, cada vez más frecuentes.
Sin embargo, es bueno no olvidar las recomendaciones que existen en torno a los sismos y sus efectos, especialmente en las zonas costeras como la nuestra, en donde cuando hay terremotos de gran magnitud, es posible que se generen tsunamis.
Las familias nunca deben perder de vista las recomendaciones que se han hecho respecto a las medidas que en casa se deben adoptar. Por ejemplo, el contar con insumos para enfrentar una emergencia repentina es prácticamente una obligación para cada uno de los hogares.
Los terremotos han sido experiencias duras, difíciles para nuestro país. Y lamentablemente, desde la pasada década los sismos de gran magnitud comenzaron a ocurrir con una frecuencia más habitual de lo anteriormente registrado. Por eso, hay que estar atentos y preparados.
"Esta semana se cumplió un año más de aquel sismo de 2014. La preparación sigue siendo lo más importante".