Cómo adaptarse al cambio de hora
Se oscurece más temprano y hay más luz en la mañana. Ésas son las principales características del horario de invierno, el cual comenzará a regir desde este sábado 3 de abril y obligará a retrasar la hora 60 minutos el domingo a las 12:00 am, en todo Chile a excepción de Isla de Pascua y Magallanes. En ese sentido, para muchos este puede ser sinónimo de "dormir una hora más", sin embargo, nuestro organismo podría experimentar algunos trastornos relacionados con la exposición de la luz.
Al retrasarse una hora anochece más temprano, lo que lleva a que el organismo comience a liberar melatonina antes, una hormona que facilita el sueño. Por lo tanto, la persona se sentirá con más sueño a una hora que debería estar más activo, razón por la cual es esperable una mayor sensación de cansancio.
El cambio de horario hará que tengamos más luz matinal y menos en la tarde por lo que algunas personas podrían notar cambios en los horarios de sueño y vigilia al menos los primeros 3 días. Además, podrían aparecer síntomas como malestar abdominal, falta de concentración, baja de ánimo y cambios de apetito.
Las razones que explican los cambios en el cuerpo se relacionan con el reloj biológico interno que tienen las personas en el cerebro, el cual se ajusta constantemente a la información que recibe interna y externamente. Un mal funcionamiento de este produce trastornos del sueño como insomnio o somnolencia diurna, principalmente en los niños o personas que ya sufren de trastornos del sueño.
Si bien el cambio en el huso horario es completamente seguro para la población, sin duda este año no será igual a los anteriores, ya que, junto con esto, la pandemia y el confinamiento se suman a los factores que harán más larga la adecuación a la nueva rutina.
Dra. Paulina Chávez,
neuróloga y médico jefe,
especialidad neurología
Hospital del Trabajador ACHS.