Incendio dejó con lo puesto a pareja de adultos mayores
Una de las viviendas que fueron reducidas a cenizas pertenecía a Héctor Silva y a María Rojas, ex deportistas que lo perdieron todo tras el siniestro.
El pasado martes un incendio en la villa Alejandro Azolas causó conmoción ciudadana, donde dos viviendas fueron seriamente afectadas. Las familias que habitaban en el lugar sufrieron la pérdida de sus pertenencias, generando una grave situación que se suma a la ya complicada contingencia que se debe enfrentar producto de la emergencia sanitaria causada por el Covid-19.
Una de esas familias afectadas fue la de Héctor Silva de 70 años y María Rojas de 68, pareja de adultos mayores que desde hace décadas mantenían su hogar hasta esta semana, cuando en el lugar no quedaron más que escombros y murallas.
Junto a ellos, en el inmueble vivían dos de sus hijas, Claudia y María Angélica, además de su nieto Jeremías, quienes también se quedaron sin nada tras el siniestro.
Viendo los hechos, a Arica llegó desde Talca la hija menor de la pareja, Daniela Silva, quien vino a entregar apoyo a su familia ante la lamentable noticia.
Escombros
"Nos encontramos limpiando los escombros, sacando todo lo que está quemado para ver cómo nos vamos a levantar nuevamente. Nos estamos quedando en casa de familiares, pero tenemos una preocupación mayor porque mis hermanas son profesoras y justo iban a ingresar a clases; mi sobrino también no puede ingresar a clases porque ahora es en modalidad de teletrabajo. Mi padre es jubilado y su pensión es muy poca para empezar de nuevo. En este momento estamos muy desesperados porque mis padres son de la tercera edad, tienen enfermedades de base y necesitan sus medicamentos", comentó.
Deportistas
Daniela contó que han recibido algo de apoyo por parte de la comunidad.
Sus padres destacaron en su juventud como deportistas que jugaron por Arica: "Mi padre fue hace mucho tiempo seleccionado de Arica en el fútbol y después jugó por el equipo Esmeralda; mi madre jugaba básquetbol y también fue seleccionada por Arica, jugó en muchos equipos, recibimos mucho apoyo moral, porque lo primero que uno le sale del corazón es ayudar al prójimo cuando uno ve este tipo de tragedias desde afuera, pero cuando le toca a uno es algo que afecta. Fue un espacio de recuerdos de nuestra niñez, fue una parte de tu vida que se va y ojalá que las personas puedan ayudar en lo práctico y para poder seguir adelante necesitamos esa ayuda. Ahora las puertas de nuestra casa están abiertas para recibir a cualquier persona que quiera ayudarnos", recalcó.