Lecciones de una tragedia
Era evitable la gran tragedia del 27 de febrero del 2010, producida por el tsunami, tras el terremoto de 8.8 grados en la escala de Richter de esa noche?
¿Estaban las autoridades, las instituciones respectivas debidamente preparadas, para enfrentar esta tragedia y poder velar por la seguridad de las chilenas y de los chilenos?
De seguro, todas las investigaciones efectuadas por la justicia apuntaron a responder estas preguntas y otras, pero tal vez, los hechos conocidos públicamente, demostrarían que autoridades e instituciones estaban muy mal preparadas para enfrentar una tragedia como la ocurrida aquel funesto 27 de febrero del 2010, o sea nuestras instituciones, las encargadas, ni más ni menos de nuestra seguridad.
Esa fatídica noche, el Centro de Observación de Tsunamis del Pacífico ubicado en Hawái, envió una alarma a cinco o seis minutos de ocurrido el terremoto de 8.8 grados, en el que indicaba una alta probabilidad de que se desencadenara un tsunami en nuestras costas, pero no pudo ser leído, en el fondo comprendido, porque la persona encargada del SHOA esa noche, no hablaba inglés, sí como muy bien lee usted, no hablaba inglés, la misma alarma fue reiterada 21 minutos después, por Hawái, para saber si había sido comprendido, pero a pesar de esa crucial información, nunca se dio la orden de evacuar la costa....
Lo que sigue es historia conocida...
¡Sin comentarios!
Luis Enrique Soler Milla