En mi calidad de colaborador con la prensa nacional y gracias a los directores del programa cartas al director, no podía quedarme en silencio después del gran suceso que ha azotado a nuestro país por la muerte de Tomasito. En realidad es algo que nos tiene a todos preocupados. Ojalá nunca más suceda algo como lo de Tomasito. Es mi deber como ciudadano chileno hacerme parte de este gran dolor que afecta s una humilde familia del pueblo de arauco que Dios lo tenga en su santo reino y a cuidar a todos los niños. Todos los días por la prensa se escucha que mueren niños y niñas atropellados etc etc .pero nunca había pasado lo que hemos contemplado ahora que la prensa nos tiene bien informados de cada paso que hace carabinero, policía, fuerza aérea ,vecinos, jóvenes y toda la gente que realmente ha podido llegar hasta el lugar de donde vivía.. agradezco al señor director y a todas las personas qué han leiido esta carta para que hagamos votos para que nunca más vuelva a ocurrir. Los niños y las niñas son el tesoro más preciado y futuro de un pueblo en todo el mundo. Por lo tanto nosotros debemos cuidarlos para que ellos se realicen como seres adultos el día de mañana para contribuir a que naya paz, amor y la solidaridad que se demostró en ese instante .

Jorge Raúl Díaz Pacheco

Hay evidencias que afirman que, aunque los niños desarrollan la enfermedad en formas más leves, son vectores de transmisión importantes. La experiencia del 2020 muestra que el cierre de escuelas se asoció a una disminución de la velocidad de transmisión del virus, así como de la mortalidad por COVID-19, siempre que, esta medida se acompañe de consecuentes políticas de aislamiento social.

Los miembros de la comunidad escolar, aunque en su mayoría puedan ser personas jóvenes, son vulnerables debido a su alto grado de exposición. Muchos de ellos tienen enfermedades crónicas, o tienen en casa, familiares con factores de riesgo. Ni hablar de la sobrecarga al sistema de transporte que esto implica. Un sistema que ya parece asumirse como una gran excepción para el distanciamiento físico.

Así, son muchas las variables que están en juego en la decisión de iniciar las clases presenciales. A mi parecer, es un error fijar el inicio de clases en determinada fecha del calendario. Al igual como se había planteado en un inicio el plan paso a paso, el reintegro a clases presenciales debe basarse en criterios sanitarios. En primer término, los profesores deben haber recibido ambas dosis de la vacuna, y en segundo lugar, se debe asegurar el distanciamiento físico y medidas de higiene entre todos los miembros de la comunidad educativa. Asimismo, establecer un sistema de trazabilidad eficiente frente a la aparición de casos en cada establecimiento.

Todo aquello, implica que se debe hacer una planificación curricular adecuada, compatible con la reducción de jornada, con la educación sincrónica a distancia, adaptación de espacios y evaluar un posible aumento del equipo docente, pues la sobrecarga de trabajo es evidente. No se deberían tomar decisiones que puedan aumentar aún más las brechas entre la educación pública y privada.

En cada una de las decisiones que se toman, se está jugando todo el sacrificio que se ha hecho hasta hoy. Las consecuencias de apurar un proceso cuando no están dadas todas las garantías, pueden ser aún más catastrófico.

Dr. Claudio Olmos González

Académico Facultad de Medicina U. Andrés Bello

Coordinador Unidad de Investigación Clínica INDISA

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