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Arqueólogo e Hijo Ilustre dijo adiós

El experto en arte rupestre Luis Briones dedicó sus últimos días a proyectos ligados al desierto y sus misterios.
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Bibiana Mamani H.

La comunidad nortina lamenta el fallecimiento de Luis Briones, un arqueólogo amante del desierto y sus misterios. Conocido como "Geoglifo uno" y apodado cariñosamente como "El patrón de San Lorenzo", el profesional dedicó su vida a los estudios y publicaciones respecto a los geoglifos y la historia prehispánica del Norte, trabajo por el cual recibió el Premio Nacional de Conservación del Patrimonio Cultural de Chile, fue Hijo Ilustre de Arica y también recibió un homenaje de la Sociedad de Investigadores de Arte Rupestre de Bolivia.

El arqueólogo estudió por años los mensajes simbólicos de las piedras, el arte rupestre, los geoglifos, y petroglifos.

"Mi padre antes de ser un profesional, era un hombre honesto. La arqueología era su pasión, el desierto, y todo ese lenguaje de los geoglifos que para él eran un enigma, su pasión. Creo que se fue con hartos proyectos, porque el seguía escribiendo, y antes de irse a operar a Santiago estaba trabajando en ordenar las rutas caravaneras del desierto. Es algo que lo tenía muy entusiasmado", comentó Viviana Briones, hija del destacado arqueólogo.

"Mi padre formó muchas generaciones, quienes se han hecho presentes todos. Era el mejor de los padres, fue un hombre muy involucrado en la vida política y social de su país, estaba muy entusiasmado con el proceso constituyente. Sus últimos años los pasó en una chacra en Matilla junto a mi madre", añadió.

Por su parte, Alberto Díaz, académico de la UTA, comento que el profesional fue un gran maestro.

"Fui su alumno tesista, llegamos a ser colegas, y quiero decir que hay muchos profesores pero pocos maestros; su calidez como persona, su responsabilidad y compromiso con el patrimonio, formaban parte de su quehacer académico y personal. Pese a que estaba jubilado, aún hacía docencia en diferentes diplomados y cursos en el ámbito del patrimonio, y además estaba vinculado a un proyecto sobre arte y ritos en el desierto chileno. Teníamos planificada una salida a terreno en febrero pero producto de su operación, no se pudo hacer, pero él hasta sus últimos días seguía desarrollando proyectos de investigación científica", explicó Díaz.

En docencia e investigación

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Luis Briones n nació en una oficina salitrera, vivió su niñez en Pica, su juventud en Iquique y posteriormente en Arica. Los petroglifos tomaron importancia en su vida cuando hizo su tesis para optar al título de Profesor de Estado en Artes Plásticas. También estudió el sitio de petroglifos Tarapacá 47. Pero siempre fueron un enigma sin descifrar aquel misterio. En 1974, Briones postuló a la Sede Arica de la Universidad de Chile, dictando la cátedra de Historia del Arte Iberoamericano. Después se creó la Universidad de Tarapacá, en 1982, y se fue trabajar al Museo Arqueológico San Miguel de Azapa, donde formó a generaciones, y continuó con sus investigaciones, pero a los 70 años se retiró de la docencia e investigación en la Universidad de Tarapacá, sin embargo, hasta sus últimos días estuvo trabajando en lo que más le apasionaba.