Editorial
La limpieza en manos de todos
Los recientes operativos de limpieza realizados en el Morro Gordo recuerdan lo importante que es vivir en una ciudad limpia. Es una señal tan significativa que tiene que ver con el rostro que ofrece toda una comunidad y sus autoridades para los visitantes, empresarios e inversionistas y, lo más importante, para la calidad de vida de sus propios habitantes.
Lo idea es que ninguna ciudad evidencie sin basura en sus calles. Esto, si todos aplicáramos con rigor lo que aprendimos desde muy pequeños, es decir, mantener el aseo, no botar papeles ni otros desperdicios al suelo, dar un conveniente uso a los receptáculos públicos y, por cierto, respetar los días en que pasan los camiones recolectores por los distintos puntos de nuestra ciudad.
Sin embargo, ocurre que algunos vecinos derechamente no aplican ciertas normas, otros simplemente no tienen ninguna conciencia de lo que están haciendo al dejar caer un envoltorio de helado o una cáscara de fruta al suelo. Peor aún, incluso hay quienes que con absoluta irresponsabilidad se han dedicado a crear y hacer crecer microbasurales, como en el caso de los que se erradicaron en los mencionados operativos, donde hasta restos de vehículos se encontraron.
Por ello, es importante no culpar a las autoridades por el estado de suciedad de las calles, sino que conviene hacer un mea culpa y determinar cuál es la responsabilidad propia ante la acumulación de desperdicios en la vía pública o en estos microbasurales.
Resulta fundamental que todos apliquemos estas indicaciones tan simples para hacer de nuestras ciudades sitios más agradables para vivir. Las autoridades tienen su cuota de responsabilidad, pero se enfoca a los procesos de recolección y disposición de la basura, además del aseo y mantención de las calles céntricas, pero su responsabilidad llega hasta donde comienza la de cada ciudadano.
Incluso, a pesar de todas las campañas y llamados, es posible ver la indolencia de muchos habitantes ante el imperativo de salud pública que convoca esta iniciativa. El cuidado de Arica también es una muestra de nuestra lealtad con esta tierra.
"Todos podemos aportar para hacer de nuestras ciudades sitios más agradables para vivir".