Editorial
La nostalgia del Dakar
Por estos días se lleva a cabo una nueva versión de la carrera más extrema del mundo como es el Dakar y en su hábitat natural.
Pero con el tiempo se olvida que la región de Arica y Parinacota, fue sede y protagonista del famoso evento tuerca en tres ocasiones del 2011 al 2013.
Independiente de la discusión sobre qué sectores de la economía local se vieron beneficiados económicamente con el certamen, el hecho demostró una vez más la capacidad de los ariqueños en organizar magnos eventos de carácter mundial.
Las buenas condiciones de infraestructura y conectividad aérea, terrestre, y marítima, sumado al apoyo de autoridades y gremios posibilitó que la caravana pasara en tres ocasiones por la ciudad, tanto en carrera como para solo día de descanso en el campamento armado en el sector del autódromo Las Machas.
De esa forma, sectores como el turismo, comercio, transporte, caterings en el campamento, y las empresas distribuidoras de combustible, vieron unreal impacto con la llegada de los poderosos camiones, autos y las llamativas motos en competencia.
La presencia de pilotos, copilotos, y equipos o staff técnicos venidos de distintas latitudes del mundo, fue un atractivo también para cadenas noticiosas de todo el orbe y redes sociales que colocaron a la región en la órbita mundial de acceso para todos los cibernautas del deporte tuerca que siguieron así las alternativas de la carrera.
Junto con ello, Arica se hizo presente con varios pilotos locales en la categoría de motos partiendo por el pionero corredor local Manuel Jamett.
También siguieron su huella Ricardo "Titi" Vinet y Andrés Carevic, el capitán Dakar.
El evento hizo recordar en cuanto a su capacidad de organización a la subsede del mundial de fútbol 1962.
En resumen, las versiones del Dakar en la región de Arica y Parinacota, mostraron la capacidad logística de la ciudad y la de sus habitantes para albergar eventos de tanta magnitud y relevancia mundial, independiente de las dificultades que siempre aparecen en el camino.
"En Arica mostró la capacidad logística de la ciudad y la de sus habitantes para albergar eventos de gran magnitud".