Programas básicos de empleo
Más allá de la pandemia y las necesidades sociales existentes, la aprobación permanente y sistemática, año tras año, del programa básico de proempleo regional, por casi 4 mil millones de pesos (cifra que en la práctica representa más del 10 % del Fondo de Desarrollo Regional), no nos debe enorgullecer como resultado ni menos como logro regional, ya que solo habla de la impresentable decadencia y la vulnerabilidad productiva de la región de Arica y Parinacota. Es está última la que ha permanecido por décadas desorientada y mal gobernada en su desarrollo integral, no pudiendo, las distintas autoridades y Gobiernos responsables, coordinar un trabajo serio a fin de lograr orientar y ejecutar correctamente la inversión pública, para en definitiva, entregar las condiciones mínimas para incentivar la llegada de inversion privada.
La formula de desarrollo alcanzada por otras regiones del país, basada en que por cada peso público invertido en la región, el sector privado debe invertir a lo menos cuatro, en Arica y Parinacota ha fracasado sin apelación.
Las cifras y los resultados de desarrollo, productividad y calidad del empleo regional están a la vista.
Eduardo Flores Veas