Hallan pinturas murales en templo de Belén
Son tres murales de diferentes épocas, donde uno es similar a la iglesia de Pachama.
Como piezas dispersas de un puzzle en las paredes, durante los trabajos del proyecto de restauración del templo de San Santiago de Belén, mandatado por el Gobierno Regional y subejecutado por Fundación Altiplano, a través del programa Puesta en Valor del Patrimonio de Subdere, el equipo de obra halló pinturas murales en diferentes sectores al interior del Monumento Histórico, las cuales revelan colores e imágenes ocultas con el pasar de los años.
La obra está a cargo del Taller de Arte del proyecto, donde se realizaron calas de prospección continuas en la zona del presbiterio, muro del evangelio, de la epístola y bajo el coro de la iglesia.
Tres Murales
Durante la restauración han encontrado tres periodos históricos de pintura mural: Una original con franjas verticales de color amarillo ocre y rojo ocre que cubriría todos los muros del templo desde su origen; Una segunda, con diseño decorativo devocional, similar a las pinturas de los templos de Pachama y Parinacota; Y un tercer momento más contemporáneo con pintura color amarillo ocre y azul añil en el presbiterio, sector del altar mayor.
Pachama
Liliam Aubert, especialista en restauración de pintura e imaginería sur andina, quien dirige el Taller de Arte Sarañani del proyecto, explicó que, tanto en el muro de la epístola como en el del evangelio, los trazos de pintura encontrados muestran similitud a las del templo de Pachama.
"Encontrándose semejanzas en la técnica (temple), diseño y color. En general los templos barrocos tenían mucho color, decoradas. Por mi experiencia en Cusco todas tenían pintura mural, entonces tenemos Livilcar, Pachama, Parinacota y ahora Belén; al parecer todas tenían algo de decoración".
De acuerdo al Archivo Histórico y Límites. del Ministerio de Relaciones Exteriores del Perú, en los inventarios que se hacen de las iglesias del año 1793, el templo de Santiago Apóstol se describe como: "la iglesia parroquial de Crucero, toda ella pintada de colores finos con su coro de madera, sus dos puertas con sus llaves corrientes, su bautisterio grande nuevo, su sacristía grande nueva con sus puertas y ventanas nuevas corrientes"
El templo de Santiago Apóstol de Belén, tiene una larga y rica historia asociada a la ocupación española para la explotación de plata en Potosí. La primera mención documental conocida es atribuida al carmelita Antonio Vásquez de Espinosa quien, en 1618, se refiere a una iglesia en Tocorama, Tocrama o Tacrama, nombres originarios del poblado de Belén.