Solidaridad: una idea de cómo avanzar
Existe una idea ampliamente difundida en Chile sobre nuestra identidad como pueblo y se podría resumir en algo así como: los chilenos son solidarios. Por supuesto que muchos de nuestros compatriotas lo son, sin embargo, esto contrasta fuertemente con la vivido en los últimos meses, donde la violencia, discriminación, racismo, clasismo u oportunismo se han dejado ver con una fuerza abrumadora.
Hay que entender que la solidaridad no es ir a participar de la campaña benéfica de turno, sino que surge desde una forma de entender las relaciones sociales y, sobre todo, de entender al otro como un ser válido y valioso. Sin esta concepción, la solidaridad se convierte en asistencialismo y necesidad de figurar.
Hace ya varias décadas que la teoría del apego, planteada inicialmente por John Bowlby y ampliada por innumerables autores nos viene entregando luces acerca de este tema. Y es que la consigna es simple pero potente: la forma en que un niño o niña sea tratado/a influirá de manera clave en la concepción que desarrolle sobre sí mismo, los otros y el mundo.
Entonces, la conclusión es evidente. La solidaridad es un valor muy importante para una sociedad desarrollada, pero no se construye en base a leyes o "sermones", mucho menos castigos. Si queremos avanzar hacia una cultura de la paz, es imperativo que comencemos a pensar, de verdad, en los niños y niñas, y comencemos a tratarlos con respeto, empatía y solidaridad.
Pablo Ogueda
Académico Escuela de Psicología
Universidad de Las Américas