El retiro del 10% de los fondos de los afiliados finalmente prosperó en el Congreso, iniciativa que no contaba con el preciso patrocinio del Poder Ejecutivo, lo que hizo necesario una rápida reforma constitucional con suficiente apoyo congresal, inclusive de parlamentarios oficialistas.

La ley constituyó un severo revés para el Gobierno y un triunfo del Poder legislativo. La Moneda y la Asociación de AFP se opusieron porfiadamente, mientras una mayoritaria opinión pública apoyaba el retiro del 10% de los fondos previsionales en vista de la dramática situación que viven los afiliados de ese sistema. Esa ley tiene el efecto que abre el pesado candado que protege a las AFP. Ha llegado la solemne hora de que el Gobierno y el Parlamento trabajen en sacar una reforma de las AFP que deje conforme a ambas partes y cautele debidamente los intereses de los afiliados.

Hemos tenido fuertes campañas y movilizaciones sociales, tales como "Patagonia sin represas"; "No más AFP"; los de la "Dignidad y Justicia Social", durante el gran movimiento del 18 de octubre del año pasado; podría también aparecer la del "Codelco no se toca", además de las movilizaciones feministas.

Chile no solamente se mueve con los movimientos telúricos, son los sociales los que demuestran que estamos en tiempos nuevos, de cambios, incluyendo una nueva Constitución Política de la República, donde el soberano, el pueblo, decidirá en las urnas su veredicto.

Mario Zolezzi Velásquez

Las campanas de las iglesias de Socoroma y de Putre, repicaron sus tañidos anunciando el fallecimiento del músico, escritor y poeta aymara Pedro Pablo Humire Loredo en la ciudad de Coronel, allá...muy lejos de su querido pueblo natal: Socoroma. Es posible afirmar que su canto fue más conocido y difundido en Santiago que en su propia tierra ariqueña. Desde la década del ´70, y después de Calatambo Albarracín, fue Pedro Humire el que llevó el folclor nortino -música y poesía- al centro del país, primero en las peñas universitarias del Pedagógico de la U. de Chile como estudiante y después difundido a nivel nacional con su "Camino a Socoroma" por Illapu, y otros como "Río Larancagua" y "Pueblito de Socoroma". recibió el reconocimiento de varias instituciones culturales de la capital, como el Museo de la Memoria, la U. Católica Cardenal Silva Henríquez, CONADI por la publicación de sus poemas y cuentos, entre otras.

Mantuvo su afecto y compromiso entrañable por su tierra, su gente y difusión cultural aymara. Llevó su voz vernacular de sus ancestros a través del canto y la poesía por las calles, plazas y medios de locomoción de la gran ciudad, fue símil del gran Homero de la vieja Atenas, que leía sus poemas en el ágora de las polis griegas. Pedro Humire, a veces menospreciado, mal visto o con desaire por ser autóctono de su cultura.

Aunque delicado de salud y cambios en su personalidad, como consecuencia de su paso "forzoso" por los recintos militares en el "Estadio Nacional" y posteriormente en "Chacabuco", jamás dejó de cantar y difundir su lengua ancestral, junto a la quena y a su charango. Tampoco cambió su apellido como lo hicieron sus hermanos mayores, todos profesionales -abogado, matrona, médico- por Humeres. Él conservó el apellido de su padre y cantó con orgullo y prestancia la lengua aymara de sus antepasados.

Nuestro profundo pesar a su familia, amigos y coterráneos.

Jaime Medina Calizaya

Profesor

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