Moisés pasó de las óperas al folclor en las calles
En armonía con su búsqueda musical, llegó a Arica hace cinco años y sigue fusionando sonidos con artistas locales.
Estefani Carrasco Rivera.
Oriundo de la localidad de El Monte, en la región metropolitana, Moisés Moreno es un músico dedicado al folclor y al violín. Llegó hace cinco años a la ciudad y muestra su arte en las calles. Como muchos trabajadores de la cultura y el arte, se ha visto afectado por las cuarentenas, pero mantiene intactos sus sueños de seguir creciendo en torno a la música.
20 años con el violín
A los seis años descubrió el violín durante las vacaciones. En una piscina vio a un caballero que tocaba y lo invito a conocerlo.
Esta experiencia lo motivó a integrarse a la orquesta de su colegio que era parte de la Fundación de Orquestas Juveniles e Infantiles, Foji, y ahora cumple 20 años junto a este instrumento.
Con la idea de recopilar folclor, ha viajado por Argentina y Chile. Formó el grupo "Los Pulko", palabra en mapudungún que significa brebaje. "Cremos que la música tiene que embriagar", dice.
Cuando estaba dedicado a la música docta participó en óperas de tres horas junto a la orquesta de la Universidad Católica.
"Me gusta la música clásica, pero es mucha disciplina, prefiero el folclor".
En Arica
Hace cinco años llegó a la ciudad junto a su pareja y se establecieron aquí.
En la ciudad se ha relacionado con antiguos músicos como Carlos Neuman y "Tuto", presentándose en la logia masónica de Arica y también para la gala de tango en el Teatro Municipal.
También ha trabajado mezclando el violín con el tumbe.
Con la cuarentena total no ha sido fructífero su trabajo en las calles, ya que ni quiera puede entretener a quienes hacían filas en el centro.
Ahora está haciendo semáforo y trabaja junto a malabaristas, haciendo música en vivo.
Para Moisés el violín es "un alma llena de colores, aveces es muy llorón y triste, y a veces es alegre, es muy completo".
Para el joven de 30 años el violín es su vida.
"Sin él no sería lo que soy, llegó en el momento preciso para conocerlo. Es un instrumento de perseverancia, me costó mucho e studiar al principio, eran ocho horas diarias".
estefani.carrasco@estrellaarica.cl