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Florece espíritu solidario Ante crisis económica e insuficiente ayuda estatal comunidad se organiza para no pasar hambre

Trabajadores, estudiantes, vecinas y vecinos, mantienen ollas comunes, cajas de alimentación e incluso almacenes de trueques para enfrentar la crisis que trajo el Covid-19.
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Luego del "estallido social" del 18 octubre que se reflejó en diferentes manifestaciones y bajo diversas demandas sociales, muchas de las carencias que motivaron las protestas se han visto acentuadas, como efecto de las medidas de cuarentena debido a la pandemia del Covid-19. Entre ellas, aumentó la cesantía, muchos trabajadores informales no han podido generar ingresos,y el hambre comenzó a sentirse en diferentes sectores de la ciudad.

En tres meses de pandemia, han surgido críticas de sectores políticos y sociales por la insuficiente y lenta aplicación de medidas estatales, para paliar la necesidad de alimentos de las familias más vulnerables. Sin embargo, la propia comunidad se ha organizado para apoyar a quienes lo necesitan en estos momentos, especialmente adultos mayores, madres solteras y familias que se han quedado sin remuneraciones .

Juntas de vecinos, asambleas territoriales, colectivos sociopolìticos, devotos de diferentes credos, estudiantes y trabajadores han unido fuerzas para crear ollas comunes, cajas de alimentación e incluso un almacén de trueques.

El cerro unido

Las juntas de vecinos 41º Villa Caquena, nº 33 Cabo Exequiel Aroca, la nº 69 San Valentín, la nº 35 General Baquedano y la nº 12 Cerro La Cruz, son algunas de las organizaciones vecinales que se han unido para ayudar con comida en sus poblaciones.

Mientras el sabroso olor de las lentejas se siente en la sede, vecinos de diversas poblaciones llegan a Papudo 221 con viandas para llevar comida a sus familias.

Un total de ocho ollas comunes ya han realizado los vecinos y dirigentes del Cerro La Cruz.

"Esto parte de la necesidad económica de este sector donde hay mucha gente cesante, no hay ayuda del Estado y eso motivó a que se hiciera la olla para la comunidad. No te imaginas que hay personas que necesitan un plato de comida diario para sus hijos, ellos dejan de lado el orgullo, porque son personas que estaban bien y ahora estan mal económicamente", comentó Giovanka Henríquez, secretaria de la sede.

Ferminia López, vecina del sector que ha estado organizando la ayuda, agregó que hay vecinos que piden dos platos, para el día y para el siguiente, porque hacen ollas comunes día por medio; "acá llega gente de Néspolo, Fuerte Ciudadela, de Camino a Las Pesqueras. No tenemos ninguna ayuda de las autoridades".

También tienen voluntarios que van a dejar porciones a vecinos que están postrados o no pueden salir por estar contagiados con Covid-19. Miguel Angel Alfaro y Luis, son encargados de ello.

"Esto también es un trabajo, la gente ha creído mucho en nosotros, es lo más importante; estamos creciendo con la gestión, los recursos se acaban, pero hasta ahora estamos bendecidos. Hacer esto es imapagable, está todo el cerro unido", comentó Luis.

En la sede hacen cerca de 270 platos diarios, y hasta ahora llevan más de dos mil preparaciones, Luis Aguirre, dirigente social del Cerro, dijo que esta labor ha sido gratificante, "nos sentimos muy felices de ayudar a la gente, estamos contentos".

Rosa Puente, es una vecina beneficiaria. Ella vende ropa en la calle, y en la población ofrece productos del mar.

"Vivimos del día a día, sacamos mariscos y los vendemos, pero no tenemos constante ingreso. Donde vamos a pescar hay una pareja en situación de calle; en mi familia somos tres, así que llevo cinco platos para compartir con ellos, quienes nos dan un espacio en su carpa para arreglar las cañas".

Angela limpiaba casas y quedó cesannte por la pandemia y las ollas también le ha ayudado, "tengo cuatro hijos y quedé sin trabajo, con la junta me he sentido súper bien".

De la rotonda a las poblaciones

Desde antes de la pandemia se estaban realizando ollas comunes en la ciudad, siendo la rotonda Tucapel, el lugar donde comenzó "El cucharón de la resistencia" y "La Máquina".

"El 18 de noviembre hicimos la primera olla común, que era para la 'primera línea' porque estábamos en jornadas completas, los niños quedaban exhaustos así que empezamos a cocinar", comentó Carolina, mientras se escuchan canciones de Víctor Jara en el parlante que los acompaña en la itinerancia por las poblaciones.

En El cucharón de la resistencia participan el sindicato de ambulantes de calle Velásquez, la asamblea territorial Rotonda Tucapel y la asamblea Lauca.

"Nuestro lema es no recibir ayuda de ningún partido político, porque ellos son parte del problema, por ello estamos en esta miseria y nosotros somos gente honesta", comentó Carolina mientras realizan la olla común en Codpa con Gonzalo Cerda, donde llegaron a las siete de la mañana para entregar 70 desayunos a adultos mayores y niños.

"Nos pasó que llegaban abuelitos a las nueve de la mañana con su olla. Hicimos una recolección de leche y ahora entregamos desayunos, ponemos una mesa para que conversen los adultos mayores, porque ellos están solos".

Han ido a Cerro Chuño, Industriales, Población Chile, San José, Maipú Oriente, 11 de Septiembre, Punta Norte y Cerro La Cruz, haciendo 260 almuerzos dos veces a la semana, además de 20 cazuelas solo para gente de tercera edad arriba de 65 años. "Cuando llegamos con el megáfono los invitamos a trabajar y que se acerquen porque necesitamos mascarillas, guantes y cuchillos; los mismos vecinos nos traen agua, la mayoría es súper solidario porque nos prestan pisos y mesas".

Gina es una suplementera que hace 20 años participa del Ministerio de Compasión, "siempre he estado trabajando en cosas del Señor, ayudando a las personas, eso fue lo que más me motivó, ayudar al necesitado".

Loreto, estudiante y parte del Colectivo Kiltras, donde apoyan a mujeres y migrantes, comentó que al prinicipio le daba miedo, "pero que esté ahora acá, es porque quiero ayudar en algo, no solo con la recaudación de alimentos".

Heidi Torres Godoy, ingeniera comercial y comerciante, es parte de la organización de la olla común "La Máquina" que también se formó en el estallido social como parte del cucharón de la resistencia, pero el grupo de subdividió para cubrir más poblaciones, ya que con una olla no se cubría toda la necesidad de la ciudad.

Ellos entregan entre 300 y 500 raciones dos veces a la semana, participando en su mayoría comerciantes. Han ido a Cerro Chuño, Cerro La Cruz, Yerbas Buenas con Linderos, Rotonda Tucapel, Pampa Nueva y el muelle de pescadores.

"Nos sentimos con el corazón lleno porque esto alimenta el espíritu, pero a la vez es una forma de protestar, de decir que las cosas no se están haciendo bien de parte del gobierno. Creemos que lo que estamos haciendo nosotros lo debería estar haciendo el gobierno a través del Ejército con sus equipos. Si se hubiera garantizado los alimentos básicos para la gente, no hubiera tenido que salir el pueblo a ayudar a su mismo pueblo".

Ambas ollas comunes también hacen cajas solidarias cuando tienen donaciones. Algunos de los trabajadores que han realizado donaciones son del Poder Judicial, del Registro Civil, Gendarmería y Komatsu.

TRUEQUE EN ALMACéN SOLIDARIO

Olivia Parra perdió su trabajo en un local de Caja Vecina a principios de marzo, se puso a cocinar y vender pan, pero comenzó a ver cómo vecinos no tenían dinero para ir al almacén y pedían fiado.

Recibió colaboraciones de amigos para comenzar y de algunos vecinos o personas que se enteraron a través de redes sociales.

"Mi idea de esto es entregar la idea de que se puede subsistir sin efectivo. Acá yo no vendo, la gente trae algo y lo intercambiamos, quiero que la gente aprenda a truequear y que esto se mantenga en el tiempo".

Desde que abrió este almacén se ha encontrado con diversas historias de personas que no estaban acostumbradas a pedir o recibir ayuda. "Hay mucha gente que antes no lo necesitó y ahora sí necesita, pero no sabe pedir. La mal entendida clase media, porque somos todos pobres, unos con poder de endeudamiento y los otros sin él".

Por ello igual ha entregado algunas canastas solidarias de alimentación.