comentarios
Alma de sabueso
Despegaba el Lloyd Aéreo Boliviano. Sus funcionarios bajaron de inmediato. Tras despachar el nuestro, mis colegas también se marcharon. Yo bajaría en mi furgón. Me iba cuando oí voces solicitando ayuda. Ya no había taxis.
El cansancio y el deseo de volver a casa, fueron superados al ver la indefensión de esas personas. Subidos pasajeros y valijas, emprendimos rumbo. Uno de ellos, deportado tras permanecer cinco años en La Paz, había alcanzado a rescatar sus ahorros y pertenencias. En Arica le esperaba su familia. Vivían en los edificios "Chungará".
Bajaba su equipaje cuando oímos, desde lo alto, una exclamación de alegría. Segundos después, una mujer abrazaba al viajero. Enseguida los vi ingresar al edificio. Ya en casa, encontré el maletín. Contenía gran cantidad de dólares, un reloj, y pasaporte del "deportado".
Como mantenía cierta reputación, por dilucidar los misterios hogareños más intrincados, usando una sencilla metodología que mezclaba la ciencia deductiva y la simple intuición, toda mi familia quiso ver cómo hallaría al recién llegado.
Al volver al edificio, conjeturé en voz alta: "Tras oír a la señora gritando, y hasta que llegó abajo, transcurrieron aproximadamente nueve a doce segundos".
Llevé el maletín, acompañado de mi hijo. Subimos escaleras cronometrando el tiempo. Llegado al tercero, le aseguré que era el piso indicado. Me observó, perplejo. "Lo que la señora demoró en bajar", dije, "es mucho para un segundo piso y muy poco para el cuarto. "Busquemos, bajo la puerta de un departamento veremos luz, y oiremos voces".
Golpeamos, y el deportado nos abrió la puerta. Su desconcierto trasmutó en asombro y agradecimiento, al reconocerme.
Retornamos, mientras mi hijo detallaba lo sucedido, y yo disimulaba mis ínfulas. "¿Cómo supiste dónde y qué buscar?", preguntaron al unísono. "Cuando alguien se ausenta tanto tiempo, tiene mucho que contar", respondí.
"El cansancio y el deseo de volver a casa, fueron superados al ver la indefensión de esas personas".
Carlos Morales Fredes, escritor