editorial
No basta con la obligación
La crisis sanitaria que experimenta nuestro país ha permitido ir conociendo diferentes casos y ejemplos de grandezas y privaciones en pro del combate a la pandemia que a todos de una u otra manera nos afecta. Claramente el escenario más complicado que se enfrenta es el que vive nuestra ciudad, Arica, en medio de una cuarentena que obliga a toda la población a resguardarse en sus residencias.
Sin embargo, estos dos meses en los que Chile ha vivido con la amenaza del covid-19, también ha desnudado la tozudez y la irresponsabilidad de no pocos ciudadanos.
De hecho, este fin de semana en medio de la crisis sanitaria, se supo que en Maipú, en la Región Metropolitana, se realizó una fiesta clandestina en la que habrían participado alrededor de 400 personas, en un hecho que fue calificado por el Ministro del Interior Gonzalo Blumel como "un reflejo patente de la estupidez humana".
Más allá de las acciones legales que ya anunció el gobierno que interpondrá, sin duda que es muy preocupante es que haya miles, quizás millones aún de personas en Chile que no entienden la gravedad de esta pandemia.
Sin ir más lejos, este sábado se conoció el caso de una persona que fue formalizada luego de ser detenida en tres oportunidades violando las restricciones establecidas en el marco de esta crisis sanitaria en Arica.
Este mismo fin de semana, también las autoridades de salud dieron a conocer que más de una treintena de vehículos tuvo que ser devuelta a la ciudad debido a que se disponían a salir, en circunstancias que había claras instrucciones para mantenerse en la zona debido a la cuarentena.
En Arica, el jefe de la Defensa Nacional ha llamado la atención a la realización de pequeños encuentro comunitarios en pasajes, actividades que no se ajustan a la necesidad de reforzar el distanciamiento social.
Es claro que cerca ya de completar la tercera semana de cuarentena, no basta con la obligación. El resguardo y las medidas que permitirán frenar la pandemia, necesariamente vienen de la conciencia y el compromiso individual.
"Ni las amenazas o sanciones pueden despejar a quienes se niegan a entender la gravedad de la pandemia".