Redacción
El pasado 1 de enero, la educación pública en Arica y Parinacota vivió en forma silenciosa un cambio histórico, al ponerse fin a 40 años de municipalización de las escuelas y liceos de la región, que pasaron a manos de un nuevo organismo, el Servicio Local de Educación Pública Chinchorro.
Quien encabeza este proceso en Arica y Parinacota es el profesor ariqueño Miguel Lecaros Sánchez, quien por primera vez se refiere aquí a las dificultades y proyecciones de este proceso, que tiene como particularidades el haberse iniciado en medio de una agitación social que impidió un término normal del año escolar y ser el único servicio, hasta la fecha, que abarca una región completa, con realidades muy disímiles entre las escuelas de Arica y las de las comunas rurales.
A un mes y medio de asumir la administración de las escuelas y liceos de la región ¿Cómo evalúa el estado de la educación pública en la región?
- La realidad de la región no es distinta a la nacional, en el sentido de que en los últimos 50 años la educación pública ha venido evidenciando, de manera sostenida, una serie de déficits en infraestructura y en el rol que le corresponde jugar para presentar una oferta suficientemente atractiva para que la familia elija la educación pública. En la región, la situación está vinculada con la pérdida de estudiantes. Ha habido una merma de matrícula que afecta, de manera directa, la llegada de la subvención. Por otra parte, ha habido un aumento de la oferta del ámbito privado y particular subvencionado, que parece ser más atractiva, porque les permite contar con más estudiantes y tener un proyecto educativo sostenible en el tiempo.
¿Es esta una realidad de todo el sistema público o hay casos críticos?
- A nivel nacional ese es el diagnóstico que existe. Lamentablemente, en el caso de Arica y Parinacota, el estado en el cual se encuentran los establecimientos educacionales es bastante precario. Le pongo como ejemplo lo que ocurre con el Liceo Politécnico A-2, donde el espacio está absolutamente precarizado. Cualquier ariqueño puede ir y ver que el Liceo Politécnico está en muy malas condiciones, siendo uno de los establecimientos con mayor cantidad de metros cuadrados construidos.
¿Y también tiene una baja importante de matrícula?
- Sí, llegó a tener 3 mil alumnos. Hoy en la jornada diurna llega a 300 y en la vespertina 200 y fracción. Es decir, apenas superamos los 500 estudiantes donde puede haber 3 mil.
En general ¿Cómo ha evolucionado la matrícula?
- Este dato es de la Agencia de Calidad, Arica tiene hoy 17 mil estudiantes aproximadamente en la Educación Pública y hace tres años llegaba a 19 mil. Hay una merma aproximada de dos mil estudiantes, porque se fueron a los establecimientos particulares pagados o particulares subvencionados. Sin embargo, el número de profesionales de la educación y asistentes de la educación ha ido aumentando. La caída de la matrícula con aumento de profesionales y asistentes es insostenible.
¿Y en el caso de las comunas rurales, cuál es la situación?
- Es más compleja todavía, porque hay colegios con muy poca matrícula. Le puedo nombrar el caso de Socoroma, donde había dos estudiantes y uno de ellos se viene a estudiar a Arica. Entonces ese colegio va a quedar con un estudiante y uno se pregunta ¿Cómo un establecimiento educacional va a tener un estudiante y un director, un equipo de gestión, una manipuladora de alimentos, etc? Un colegio con un estudiante es insostenible. Pero tenemos que entregar la prestación educacional, porque es nuestra obligación.
¿Es efectivo que el servicio notificó a un número importante de docentes y asistentes el término de sus contratos?
- Lo que hicimos fue notificar formalmente a aquellos profesionales de la educación y asistentes que tenían término de contrato acordado con el Daem para el próximo 29 de febrero. Estos no son despidos. Lo que tenemos que hacer ahora es trabajar con los equipos de gestión de los directores de los colegios y evaluar cómo cada uno de ellos cumplió su aporte, porque no tenemos todos los antecedentes para saber si la persona cumplió con los objetivos del colegio. Si la evaluación es positiva, podrían continuar. Si la evaluación es negativa no pueden continuar, como en cualquier trabajo.
Luego del ambiente de agitación social en que terminó el 2019 ¿Le preocupa lo que pueda ocurrir en el inicio del próximo año escolar?
- Me preocupa sobre todo por la estabilidad de la educación pública chilena. Me preocupa que no tengamos plena conciencia de que si no tenemos clases la subvención no nos va a llegar.
Me preocupa el cumplimiento de lo que significa el proyecto educativo como tal. Me preocupa que no seamos capaces de dialogar. Sin embargo, tengo esperanzas de que los distintos actores que pueden generar esta movilización van a tener los espacios en el Servicio Local para dialogar y buscar juntos la solución que a nivel regional esté. Nosotros vamos a estar siempre dispuestos para ello.