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Reconocido trabajador hotelero se despidió tras 60 años de labor

Alejandro Cantuta se desempeñó en el Hotel Pacífico, el ex Azapa Inn y en el Casino Arica con gran vocación de servicio.
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María José Collado Rojas

Cerca de 60 años trabajando en el rubro hotelero fueron los que cumplió Alejandro Cantuta. El ariqueño recordó que este camino lo inició un mes antes de que el Hotel Pacífico fuera demolido.

El siguiente paso fue el Motel Azapa, lugar que después cambió su nombre a Azapa Inn, donde trabajó 24 años como jefe de comedores.

"En ese entonces, no había un camino para llegar como ahora y todos pensaban ¿quién iba a alojarse allá tan lejos? En ese lugar organicé las mejores cenas de Año Nuevo, fui el pionero de las Navidades celebradas por los colegios y las empresas, en que los niños disfrutaban de la piscina. Era maravilloso", rememoró.

En el Casino Arica cumplió 35 años de arduo trabajo antes de jubilar, momento en que la despedida fue emotiva, ya que sus compañeros lamentaron la partida de 'Don Ale'.

"Para mí este trabajo fue todo, nací con la vocación de ser un servidor del público, me encanta cocinar, que la gente disfrute lo que hacen mis chefs y mis barman, pero, por otra parte, eso tiene un costo ya que dejé de lado a mi familia porque el trabajo no tiene horario y nunca pasé un Año nuevo con ellos", comentó.

Triunfador

Cantuta se considera un triunfador en la vida, ya que le ha regalado buenos momentos, como las tantas veces que participó junto a sus empleados en concursos gastronómicos, o la posibilidad de plasmar sus memorias en un libro, que titulará 'Diario de un hotelero'. También destacó que tuvo la suerte de atender a personajes como Eduardo Frei Montalva; Salvador Allende y Augusto Pinochet, por nombrar algunos.

"Estoy haciendo mi libro que reunirá lo que hice en mi trabajo, las anécdotas y los momentos tristes también".

Respecto a lo que hará ahora como jubilado, el hombre comentó que "me gustaría entrar a un club de adulto mayor, contar mi historia o también les puedo enseñar a preparar algo, algún plato sencillo".

Además le gustaría dar charlas en los colegios, ya que, a su juicio, en estos tiempos no se respeta la labor de un garzón. "Es un trabajo muy importante, universal, alguien que debe conocer muy bien cómo funciona su empresa y se le debe valorar", concluyó "Don Ale".

Superintendencia de Educación llama a poner atención en las listas de útiles

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A pesar de que faltan casi dos meses para el ingreso a clases es sabido que los padres y apoderados planifican la compra de útiles, textos y uniformes escolares.

Por eso, la Seremi y la Superintendencia de Educación despejaron varias dudas con respecto a lo que los establecimientos no pueden requerir, sumado al llamado a denunciar en caso de condicionar la educación de los estudiantes.

En cuanto a los útiles escolares, si los estudiantes no cuentan con estos no pueden ser excluidos ni sancionados. Tampoco se puede solicitar la compra de útiles escolares de marca, fabricante o tienda determinada, a no ser por razones pedagógicas o sanitarias debidamente acreditadas.

En la lista no se pueden incluir materiales para el funcionamiento del establecimiento como útiles de aseo y oficina.

En cuanto al uniforme, las normas de uso obligatorio de éste se rigen por el reglamento interno, las que eso sí, no pueden exigir marcas o la adquisición en una tienda o proveedor específico.

En los textos, todos los estudiantes matriculados en establecimientos del Servicio Local o particulares subvencionados tienen el derecho a recibirlos, siendo propiedad del estudiante.

"Deben guiarse por el reglamento interno que tiene cada establecimiento, pero si notan que hay algo que no se está cumpliendo y condiciona el derecho a la educación de los niños, dirigirse a realizar la denuncia a nuestras oficinas en Colón 940", señaló el director regional de la Superintendencia de Educación, Álvaro Arriagada.