"Nicolás Hrepic, un hombre bueno"
Lo conocí, precisamente en la inauguración de su Museo de Las Caracolas. Él era un malcólogo y yo un nerudiano. Unimos nuestras oraciones y entre ambos editamos el libro "Neruda y Las Caracolas", así salió circulación algo nunca hecho en Chile. La fundación Pablo Neruda nos autorizó para promoverlo.
De las personas que he conocido don Nicolás era quien tenía mayor conocimiento sobre las caracolas. Era un auténtico malacólogo. Académico universitario en el área de química, era un hombre íntegro, alegre, enseñaba con su palabra y con su ejemplo. Su conversación demostraba dominio del lenguaje. Por sus destacados méritos recibió de la Ilustre Municipalidad de Arica el reconocimiento de Hijo Ilustre de nuestra ciudad.
Don Nicolás Hrepic Gutunic nació en Calama en septiembre de 1937. Recibió su título de profesor de biología y química en la Universidad de Chile, en 1962. Luego obtuvo el grado de Master en Química en la Universidad de Missouri, en 1977. Fue académico en la ex Universidad de Chile de Arica, y posteriormente en la Universidad de Tarapacá.
Nuestro recordado amigo de las caracolas paso por la vida siendo un hacedor de belleza, donde fulgura su numerosa colección de caracolas. Dejó su familia en el desconsuelo: su esposa y tres hijos todos profesionales.
O'Higgins y el Estado
Bernardo O`Higgins nos legó para siempre sus grandes valores patrióticos, personales y republicanos. La Patria, siempre la Patria, estaba presente en su pensamiento y era el origen de sus acciones.
En 1840 le escribe a Juan José Urivi lo siguiente: "Desde el primer día que entré a la vida pública hasta el presente, siempre he considerado ser de la mayor importancia, establecer que el principio de amor a la Patria, debe constituir el resorte principal de las acciones de todo hombre público".
El cumplimiento de las normas que fija el ordenamiento jurídico de un Estado, son obligatorias para los seres humanos que ocupan los diversos puestos públicos, pudiendo en conformidad a las características y debilidades propias de cada cual, ser cumplidas en una mejor o peor forma.
Pero el intangible concreto que debiera guiar a los hombres públicos, que no es otro que la Patria y el amor a ella, no se puede fijar en las constituciones o leyes, ya que está en sus propias conciencias.
Eso dice O`Higgins en su carta, el amor a la Patria, debe guiar al hombre público, su acción sin dicho ingrediente, no tiene ningún sentido.
Bellamín SIlva Carrasco
Sociedad de Escritores de Chile
Rapsodas Fundacionales
Antonio Yakcich F.