La responsabilidad de María Antonieta
Pensé que el pueblo ya no existía. Que éramos todos de clase media. Sin embargo en estos días ha aflorado esa porción oculta de la clase consumidora que suena como un lamentable eufemismo. Porque si bien el pueblo (los pueblos) a través de la historia han comprobado tener aguante e incluso ser capaces de soportar inmensas desigualdades, lo que no puede aguantar es una falta de empatía tal que lo niegue en su esencia. Así, cuando se ha llegado al nivel del sarcasmo cruel, la olla explota. "Si no tienen panes, que coman pasteles" dijo Maria Antonieta y el pueblo, hambriento, le cortó su cabeza -como directa responsable- junto al Rey. Ahora en Chile, un ministro dijo frente a la incalculable tragedia colectiva del transporte; "Que se levanten más temprano", con un casi mayor incalculable desatino. Una bofetada a la dignidad de los miles de chilenos que desgastan cuatro horas inútiles en movilizaciones para sus trabajos. En la República chilena actual, abstracta y teórica, cuyo origen mítico procede de aquella revolución que guillotinaba autoridades, paradojalmente nadie se hace responsable, ya que el Estado entero se cubre en un manto de burocracia y de acusaciones cruzadas que al final, nadie paga. De hecho, el precio por la tragedia lo carga la misma ciudadania, mezclada, enfrentándose carabineros,(que no son la elite responsable), con estudiantes, (que no son la elite responsable), destruyendo de paso, tiendas y negocios de pequeños comerciantes (que tampoco constituyen la elite responsable). Porque los grandes están haciendo negocios en el extranjero o coludiéndose con congresistas. Los no corruptos, en el mejor de los casos, se han convertido en meros espectadores y comentaristas de lo que pasa en la sociedad. Pero sus dietas, ¡que no se las toquen!, pues ellos son el "baluarte" de la democracia. La solución para los problemas sociales todos la sabemos, sin necesidad de tener una vida regalada de lujos como los congresistas. Los honorables, de manera urgente (como primera medida, de muchas) deben dejar de jugar al "nuevo rico" con beneficios que no les corresponden, pues si este abuso continúa, el día que la población observe con claridad quienes son los verdaderos responsables, quizás sea ya muy tarde.
Hora del diálogo
Estando de acuerdo con todos los motivos que originaron esta ola de protestas en el país, y compartiendo el diagnóstico sobre sus causas, no puedo más que espera que haya un entendimiento general en el país, y que los hechos violentos vayan dando paso a mesas de diálogo y hechos concretos que vayan en pos de la solución de los problemas que aquejan a miles de chilenos.
Rodrigo Muñoz Ponce
Germán Iribarra Lillo