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Decretan toque de queda en Santiago tras recrudecimiento de la violencia

Medida comenzaba las 10 de la noche. Militares controlan ejes principales de Santiago. Disturbios del viernes dejaron 308 detenidos, más de 150 carabineros heridos y 16 buses siniestrados. Los incidentes se repitieron ayer.
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Redacción - Medios regionales

El general de división Javier Iturriaga del Campo, nombrado por el Presidente Sebastián Piñera jefe de la Defensa Nacional para enfrentar la crítica situación de violencia en gran parte de la Región Metropolitana, decretó ayer toque de queda para las provincias de Santiago y Chacabuco y las comunas de Puente Alto y San Bernardo.

El militar dijo que la medida implica la restricción de la libertad de desplazamiento, de modo que "las personas deben estar en sus hogares y los que lo necesiten (desplazarse de ellos) deben pedir salvoconducto", documento que debe ser solicitado a Carabineros. El control del cumplimiento de la medida lo hacen Carabineros y la PDI.

La medida se determinó a contar de las 22 horas y hasta las 7 horas de hoy, cuando el general Iturriaga volverá a evaluarla. Este tomó la determinación en función de los nuevos y graves incidentes de ayer, que incluyeron trenes del Metro incendiados, saqueos y enfrentamientos en las calles de la capital.

El toque de queda siguió al estado de emergencia decretado en la madrugada por el Presidente Piñera. La medida confiere por 15 días a la autoridad designada -en este caso el jefe de la Defensa Nacional- la facultad de regular las reuniones en lugares públicos y velar porque estas no alteren el orden interno.

Saldo del viernes

Los violentos disturbios ocurridos en Santiago el viernes en protesta contra el alza del precio del Metro dejaron 308 detenidos y 167 personas heridas, de las que once son civiles y el resto agentes de Carabineros, cinco con lesiones graves.

Asimismo, 41 de las casi 140 estaciones del Metro de Santiago y 16 autobuses urbanos fueron quemados o siniestrados, según el primer balance realizado ayer por Iturriaga, después de que en la madrugada el presidente Sebastián Piñera decretara el estado de Emergencia en las provincias de Santiago y Chacabuco, dejando el mando de las zonas afectadas al Ejército para controlar la situación.

Cerca de 500 militares intentaron ayer controlar 16 ejes principales de la ciudad. Iturriaga dijo que hay más efectivos acuartelados y preparados para sumarse a las tareas de control y contención si es necesario. Agregó que la prioridad es "cuidar a la ciudadanía, que pueda ejercer sus derechos, y cuando haya violentistas que lo impidan, ahí tenemos que actuar".

El general Iturriaga agregó que la ciudad amaneció tranquila y que desde las 2 o 3 de la madrugada solo hubo desmanes aislados. "Tenemos que intentar que el lunes todo el mundo pueda volver al trabajo y hacer su vida normal", expuso, aunque horas después comenzaron incidentes en las calles.

La empresa de transporte subterráneo, que suspendió los servicios en todas sus líneas el viernes en la tarde, continuó con esta medida ayer y la mantendrá al menos todo el día de hoy, "por los graves destrozos que impiden contar con las condiciones mínimas de operación". Añadió, en su cuenta de Twitter, que realizarán "los trabajos necesarios" y evaluarán "las condiciones en que se retomaría el servicio" mañana.

En muchas de las estaciones de Metro, grupos de protestantes rompieron el viernes puntos de carga, torniquetes, accesos y otros equipamientos, hicieron rayados y escribieron la consigna "evade", llamando a evadir el pago del pasaje, acción que grupos de estudiantes y jóvenes iniciaron el lunes y que fue escalando hasta el fuerte estallido social y la violencia del viernes.

El gerente general de Metro, Rubén Alvarado, comentó que los daños superan, en una estimación preliminar, "largamente los 200 millones de dólares".

Ayer, equipos de municipios, militares, vecinos y otros comenzaron a primera hora a limpiar las calles, para retirar escombros dejados por las manifestaciones. La Unidad Operativa de Control de Tránsito reportó, además, que 52 semáforos estaban apagados por daños de diversa consideración.

Las clases fueron suspendidas en varias comunas de la zona, al menos para mañana y el martes.

Desde el lunes, cientos de personas, sobre todo estudiantes, llevaron a cabo medidas de protesta por el alza de $30 en el precio de los pasajes del Metro, hasta los $830 pesos en hora punta y $750 en hora valle.

La radicalización de las protestas derivó el viernes en una jornada de graves desórdenes, con incendios en varios puntos de la ciudad, saqueos y actos vandálicos que sumieron a la capital en el caos.

Hubo cuatro incendios que dejaron daños mayores, incluyendo el que afectó a parte del edificio corporativo de la empresa de distribución de energía eléctrica Enel, en el centro de Santiago. Los trabajadores fueron evacuados.

15 días dura el estado de emergencia decretado para gran parte de la Región Metropolitana.

308 detenidos hubo por las protestas y los disturbios en la violenta jornada del viernes.

52 semáforos estaban apagados ayer en la mañana debido a daños de consideración por los incidentes.