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"Todos se sorprenden de mi cabeza, yo les digo que tengo un chip"

Con 84 años es segundo curso de la lengua oriental que toma en la universidad. Dice que le gusta mucho la cultura china.
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Al preguntarle la edad a Jorge Rojas, ariqueño nacido en 1935, él rápidamente exclama ¡ochenta y cuatro años y nueve meses! y continúa, "pero con la ley del redondeo, son 85".

Para él, la edad no es impedimento a la hora de aprender. Desde hace algunos días que partió con clases de chino mandarín en la Universidad Santo Tomás, ocupación que asegura le encanta y lo mantiene entretenido, pasando los días oyendo audios para lograr la correcta pronunciación.

¿Qué lo motivó a tomar estos cursos?

Yo creo que es un gusto que tenía de niño. Me crié con mis abuelos en Iquique, donde había una colonia china grande. De chiquito pasaba mis días en un almacén, me acuerdo perfecto. Lo atendían Julio y Antonio, dos chinitos que me enseñaron a hacer paquetes porque en ese tiempo no había bolsas y todo era a granel.

¿Cómo se enteró de los cursos?

Cuando bajaba al centro, me venía a pie para matar el tiempo. Un día pasé por la universidad y había un letrero grande que decía que darían cursos de chino mandarín gratis, así que entré a preguntar. Eso fue a fines del 2017, en ese tiempo hice el introductorio y ahora estoy en Básico I.

¿Qué es lo que más le gusta del chino?

Más que nada su cultura. Yo me meto en el televisor y veo los canales de allá, me encantan.

¿Se le ha hecho difícil estudiarlo?

Es difícil pero dedicándose a entenderlo, lo va a entender como lo estoy haciendo yo. Además estudio un poco en la casa porque quiero aprender.

¿Lo recomendaría entonces?

Sí, es bueno para que los jóvenes lo hablen porque es el idioma del futuro. Además las clases son solo tres veces por semana, los lunes, miércoles y viernes.

¿Qué dicen sus hijos y sus nietos porque decidió estudiar?

No saben. Ahora se van a enterar, jajaja.

¿Y cuándo termine el curso, qué va a hacer?

Voy a seguir con el otro nivel. Me gustaría, no con el ánimo de lucrar ni de ganar plata, apoyar en traducciones a instituciones públicas o en los cruceros, quién sabe...

¿Pero hay algo más que disfrute hacer?

Tengo herramientas de mueblería, así que estoy empezando a hacer muebles para entretenerme.

Amor que extraña

Jorge se casó con Aurora en 1964. Dice que era hermosa, que cada vez que muestra su foto, todos la admiran. Estuvieron juntos durante 53 años, tuvieron dos hijos que a su vez, les regalaron dos nietos. "Ella falleció hace tres años".

¿La extraña?

Mucho. Me tuve que ir de la casa porque no estaba comiendo bien, llegué a pesar 46 kilos. Los doctores me preguntaban por qué estaba así y yo les decía que era porque me quedé solo. Tenía una casa grande con jardines, con naranjos, guayabas y granadas. También le gustaban las flores, ella sabía de jardinería, entonces yo empecé a echar de menos todo eso que se vivía en la casa. Eso sí, ya estoy en mi peso y lo logré comiendo lomitos de atún con harto tomate, cebolla y ajo, además de cremas de verduras.

¿Y con quién vive?

Solo y estoy aprendiendo a cocinar, aunque a veces salgo a un restaurante.

¿Cómo son sus días?

Despierto muy temprano, me cuesta dormir. Yo creo que es la edad, pero no hago mucho caso ¿para qué? no vale la pena que la mente se complique. Me gusta estudiar, hablar con la gente, voy aprendiendo cosas novedosas y todos se sorprenden de mi cabeza, yo les digo que tengo un chip o soy un alienígena, no sé.

¿Se considera privilegiado?

Sí, soy 100% creyente porque me ha ido muy bien. De chico estuve protegido, porque me quedé sin padres y mis abuelos me cuidaron, Dios hace todo para bien.

La modernidad

El hombre llega a la entrevista con dos artículos en sus manos. Un celular con audífonos y un libro que contiene sus clases de chino mandarín.

Usa celular por lo que veo..

Estoy aprendiendo a usarlo, lo tengo hace como cinco meses, me lo compré porque ya he perdido dos. Me manejo muy poco, más que nada en Whatsapp, Facebook y las fotos. Me hace rabiar sí, porque tiene muchos detalles, es muy completo.

¿Y lo utiliza para estudiar también?

Sí, escucho frases en chino para aprender a pronunciar. Cuando salgo me pongo los audífonos, en la casa no es necesario.

¿Usa Facebook?

El otro día vi que estaban atacando a la niña esta del cambio climático (la activista mediomabiental Greta Thunberg) diciéndole muchas cosas. Yo escribí que ella es una niña profeta, que está acá para hacerle ver situaciones a la gente.

En ese sentido ¿cómo le parece que está el mundo hoy en día, muy cambiado?

Está malo. Imagínese nadie se preocupa de la contaminación de Quinteros o Puchuncaví. Arica también ha cambiado mucho.

¿Ha ido al mall?

Sí y no me gusta, es muy frío, además ocuparon los terrenos de mi infancia, donde antes estaba La Chimba y cuando niño íbamos con los chiquillos a jugar y a comer harto berro. Sí, Arica ha cambiado harto.