Para algunos fueron seis días de festejo. Para otros, fue más de una semana. Para algunos fueron días de alegría, esparcimiento, quizás hasta de juerga. Para otros, lamentablemente, días que no gustarán de recordar.

Lo cierto es que las fiestas patrias que recién terminaron serán recordadas como una de las más largas de los últimos años, con resultados buenos y malos.

Tras los días festivos, ahora vendrán los análisis y los balances. Una de las evaluaciones tiene que ver con la que realiza Carabineros, que da la cuenta de los hechos policiales que marcaron esta última semana.

Estas jornadas de extensos días festivos se transforman en un verdadero desafío para el trabajo policial, especialmente en el tránsito. Este año, se registró un accidente de tránsito que costó la vida de una persona. Hace dos años que no había muertes por esta causa durante las fiestas patrias. Las causas del hecho son materia de investigación por parte de Carabineros.

Dentro del balance policial lamentablemente se tendrá que analizar el asesinato de una mujer, que se transforma en un hecho que también se escapa a lo que venía ocurriendo en años anteriores. Lo demás, en el marco de los balances, tendrá que revisarse en el marco de las características propias de estos días de fiesta.

Lamentablemente, en estos días también se registra un alto consumo de alcohol, riñas menores e incivilidades, precisamente relacionadas con el abuso de la bebida. "La Estrella" daba a conocer la cantidad de basura y desperdicios que se recogieron de las ramadas tras los primeros días de festejos, cantidad que incluso superó la capacidad de los recipientes dejados para este propósito. Es lamentable también que en estos días, haya vecinos que no hayan hecho caso a la instrucción de no dejar basura en las calles, porque no habría recolección. Los resultados de no tomar en cuenta este aviso quedan en una lamentable evidencia.

De una u otra manera, los resultados y balances tras las fiestas patrias nos retratan, especialmente cuando el análisis pasa por la falta de compromiso o simplemente de la desobediencia a instrucciones y recomendaciones que nos benefician a todos.

¿Cuántas veces hemos escuchado hablar de la burocracia estatal o hemos sido víctimas de ella? Al año cada chileno realiza a lo menos ocho trámites en diversos servicios públicos, invirtiendo en promedio 2, 2 horas que no sólo significa estrés para el usuario que muchas veces debe pedir permiso compensado en su trabajo para ausentarse e ir por las gestiones, sino que además implica un gasto asociado a su traslado.

A su vez, el Estado asume un costo millonario en papelería y materiales de oficina como archivadores, carpetas, lápices y tintas; en fotocopiado, escaneado y muchas veces, en el envío posterior de la documentación por correo físico y también, bodegaje para almacenar infinita documentación a lo largo del tiempo.

Para que Chile avance en esta materia y lo anterior quede atrás, a mediados de mes despachamos desde el Senado el Proyecto que modifica la ley que establece Bases de los Procedimientos Administrativos, en materia de documentos electrónicos, texto que, además, ya fue ratificado por la Cámara de Diputados y se encuentra en condiciones de convertirse en ley.

Esta iniciativa que va en beneficio de la ciudadanía apunta a transformar digitalmente el Estado para que éste sea ágil y eficiente, acorde con la era tecnologizada que vivimos donde todo lo que necesitamos saber o conocer lo encontramos en cosa de segundos, con un solo clic en nuestro celular, ipad, Tablet o computador, según sea el caso.

Por lo mismo, hoy más que nunca se hace necesario que el Estado se beneficie de las ventajas del desarrollo electrónico y digital, principalmente en lo que dice relación con el ahorro de tiempo, los costos asociados y de la calidad de vida no sólo de los ciudadanos que somos los usuarios del sistema, sino que también de los funcionarios estatales.

Actualmente, un 49.5% de los trámites están digitalizados pero la meta presidencial que se enmarca en la Estrategia de Transformación Digital es llegar al 80% de los trámites online de aquí al año 2021 desburocratizando y simplificando la relación de los ciudadanos con el Estado.