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Los dos bandos que enfrentan posturas por el polémico rodeo

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Todos los temas tienen bandos o posiciones distintas. El rodeo por ejemplo, tema del que se habla tanto en este Mes de la Patria, es uno que tiene opiniones completamente contradictorias.

Tanto así que algunos pensamos que es una actividad horrible en donde hay maltrato animal y nos cuesta entender cómo alguien se pueda entretener en esa situación de tal estrés para un animal y otros encuentran que es un deporte precioso y llevan a sus niños desde pequeños para enseñarles lo que es.

El problema justamente radica ahí. El rodeo es legalmente un deporte nacional y por ello, en la ley 20.380 de maltrato de animales se excluye su aplicación en esta práctica.

Es ahí que hay quienes, dándole una mala interpretación a la ley, se amparan en que se podría ejercer un caso de maltrato animal y no aplicársele, aunque lo cierto es que independiente de la actividad propiamente tal que consideramos como maltrato, hay ocasiones en que los animales salen severamente dañados y es ahí donde igualmente debemos denunciar.

Es la nomenclatura de deporte nacional que creo que hace difícil esta lucha, por lo que creo que es lo primero que debiese cambiar.

Porque por ejemplo hay diputados de la UDI que están proponiendo que se declare el 9 de enero el Día Nacional del Rodeo, para que se proteja, como dicen ellos, "este lindo deporte nacional".

Y claro, a los que lo despreciamos nos indigna esta iniciativa, ero lamentablemente tienen una base legal en que ampararse.

Sumado a eso sabemos, y les comenté en una columna anterior, que la plata que el rodeo mueve es estratosférica y aún hay cientos de fondos a los cuales pueden postular para seguir financiando y mejorando su actividad.

Hay mucho que cambiar, pero partiría cambiando la ley y luego educando para tratar de desarraigarlo de nuestra cultura, donde es el deporte más practicado después del fútbol.

Suena una tarea difícil, pero creo que no es imposible si tenemos las ganas ciudadanas y la voluntad política, pero por sobre todo la perseverancia, porque la cultura no se cambia de un día para otro y creo que se está dando al menos una buena pelea.