El mes de septiembre celebramos los chilenos, el inicial grito libertario dado en Santiago, cuando se instauró la Primera Junta Nacional de Gobierno, la que decidió autogobernarse, producto del cautiverio del Rey de España.
La importancia de los acontecimientos vividos en esos días, no solo se relaciona con una nueva forma de gobierno por ausencia del Rey, lo que en apariencia motivó la instauración de la Junta, sino que algo mucho más profundo.
Un grupo de patriotas, hasta ese entonces en la clandestinidad, propiciaban y divulgaban las ideas libertarias absolutas, sin ninguna dependencia, alejándose definitivamente del control realista.
Ocultos de las miradas indiscretas y de las autoridades de la época, habían pacientemente pavimentado el camino hacia los acontecimientos que vendría durante la gesta libertaria.
Un ejemplo de ello fueron los autodenominados "Duendes Patriotas", que reunía a los partidarios de la libertad en la Provincia de Concepción.
Junto a ellos estaba O´Higgins, quien en las Canteras, apenas se enteró de la constitución de la Junta, organizó dos unidades de milicias con sus inquilinos y de las haciendas vecinas, a fin de asegurar el proceso que se iniciaba.
Uso seguro de los medicamentos
Cuando se habla de mejorar el acceso a los medicamentos no sólo implica conseguirlo a bajo costo y de manera fácil, sino también que éste genere el efecto buscado y la seguridad que debe tener toda terapia. Para esto se requiere que un profesional pueda orientar a los pacientes y hacerle un seguimiento que asegure la efectividad del tratamiento, de lo contrario, el gasto por el mal uso, el sobreuso y las reacciones adversas, pueden resultar muy superior a la solución buscada. No debemos olvidar que las malas prácticas que hoy existen con el uso desinformado e irracional de su consumo, ha llevado a graves problemas de salud pública, como resistencia antimicrobiana y falta de adherencia terapéutica.
También es necesario considerar que los medicamentos son sustancias que deben ser almacenadas en condiciones óptimas de temperatura y humedad, fuera del alcance de los niños y sobre todo, que se debe respetar su uso como un bien social y no como un bien de consumo. Lo anterior conlleva a que de forma continua y permanente se deben fiscalizar los lugares de venta para que cumplan con las condiciones y las normativas para su dispensación. Asimismo, es un deber de cada persona velar por informar cuando estos resguardos no se practiquen.
Antonio Yakcich Furche
Presidente del Instituto
O´Higginiano de Rancagua
Q.F. Marcela Pezzani V.
U. San Sebastián